El déficit del Cultural-82 se eleva a unos 50 millones
A unos cincuenta millones de pesetas aproximadamente se eleva el déficit del Cultural-82, la entidad que se encargó de organizar actos culturales celebrados paralelamente al pasado Mundial-82. El Ministerio de Cultura y Mundiespaña, la empresa que se constituyó para vender el 50% de las entradas del Mundial-82 en el extranjero, son los acreedores de esa cifra. El Cultural-82, que todavía no ha podido cerrar sus cuentas, a través de sus principales responsables realiza gestiones para solventar ese déficit.
Alguna alta personalidad del país ha llegado a insinuar que Raimundo Saporta, como presidente del Cultural-82, y también alguno de sus funcionarios, tendrán que responsabilizarse personalmente de esas deudas.El presupuesto del Cultural-82 se fijó, en principio, en unos 500 millones de pesetas. Esta cifra no se redujo, posteriormente, de forma oficial, aunque de hecho no ha pasado de los 300 millones de pesetas. Este último presupuesto se elaboró al equilibrar ingresos y gastos. El déficit originado se produjo precisamente por falta de ese equilibrio. El Cultural-82 no pudo cubrir el capítulo de los ingresos presupuestarios porque las recaudaciones por la venta de localidades fueron escasas debido a que el público asistente no respondió como se esperaba, mientras se cumplieron las previsiones de los de publicidad y televisión. Se considera que la retransmisión televisada de la mayoría de los actos culturales originó que la presencia de asistentes a los mismos fuese escasa, pues en alguno de ellos se llegaron a recaudar solamente 4.200 pesetas.
Sin embargo, como contrapartida, el Cultural-82 percibió de RTVE 45 millones de pesetas por televisar en directo 23 actos culturales. La organización de estos actos culturales fue costeada por el Ministerio de Cultura, para lo que aprovechó su propia estructura y recintos de dicho departamento ministerial. El Ministerio de Cultura no pudo autofinanciar la organización de estos actos, política que se siguió con el resto del Cultural-82. Por este motivo, el Cultural-82, con anterioridad a la celebración de dichos actos, se comprometió a pagar 40 millones de pesetas al Ministerio de Cultura. El Cultural-82, hasta este momento, sólo ha pagado parte de esa cifra y adeuda al Ministerio de Cultura 21 millones de pesetas.
Dificultades
El Cultural-82 se encuentra en serias dificultades para solventar el déficit que ha originado, dentro del cual se encuentran los 21 millones de pesetas adeudados al Ministerio de Cultura o a los artistas que participaron en los actos culturales organizados. El Cultural-82 ha recurrido al Comité Organizador del Mundial-82 para resolver este débito con el sobrante de unos 56 millones de pesetas que registra este último. La mayoría de los miembros del Comité Organizador del Mundial-82, que presidió Raimundo Saporta, al igual que el Cultural-82, se niega en rotundo a acceder a las pretensiones de éste último, porque se considera que el sobrante de la organización del campeonato de fútbol es dinero de la Hacienda Pública y sólo a ella debe revertir. Los máximos responsables del Cultural-82 consideran que, si se les resuelve su deuda con el Ministerio de Cultura, solventarían satisfactoriamente el resto del déficit y que afecta a Mundiespaña. Existen negociaciones en este sentido, que hasta el momento no han fructificado de forma positiva.
En el Cultural-82 existe cierta preocupación porque ningún organismo o entidad de cualquier índole se responsabiliza de ese déficit. El Cultural-82 tiene una situación jurídico bastante complicado y, aunque en él figuran hasta cuatro Directores Generales de la Administración Central, su máximo responsable es su presidente, Raimundo Saporta. El Cultural-82, por si mismo, carece ya de cualquier posibilidad de fuente de ingresos que los previstos. Apenas cuenta con inventario alguno. De ahí el problema con que en estos momentos se enfrenta Raimundo S aporta y los principales dirigentes del Cultural-82, sobre los que pesa la insinuación de una alta personalidad del país de que sobre ellos recaerá la responsabilidad de ese déficit si no se solventa de otra forma. Saporta ya se encontró en una situación similar con las facturas discutibles del Mundial-82 y que finalmente asumió como propias su Comité Organizador.
Entre otros ingresos, el Cultural-82 percibió, además de los 45 millones de pesetas proporcionados por RTVE, 55 millones por parte de Comité Organizador del Mundial-82, importe de entradas de actos culturales, unos 20 millones por publicidad estática en esos actos, 60 millones por diferentes marcas de sponsor y otra cantidad importante por la comercialización del Cultural-82.
Capítulo aparte merecen los ingresos obtenidos por el Cultural-82 de Mundiespaña. Esta empresa se comprometió a comprar entradas por valor de 55 millones de pesetas, acuerdo que no se reflejó en contrato escrito alguno. Mundiespaña adelantó dicha cifra al Cultural-82, pero aquel sólo utilizó una mínima cifra de entradas. El Cultural82 tuvo, por tanto, que devolver parte de los 55 millones recibidos por adelantado. Pero sólo pudo devolver unos 10. De ahí la deuda con Mundiespaña.
La presencia de los Rolling Stones, por ejemplo, entre los acontecimientos programados en el Cultural-82 ha supuesto "unos beneficios prácticamente inapreciables, si es que los hay", como aseguró uno de sus principales dirigentes. Sus dos actuaciones en Madrid a los famosos cantantes unos ingresos de aproximadamente 130 millones de pesetas, cuyo pago se hizo en dólares, exactamente 1.100.000 dólares. El Cultural-82, en este caso, percibió el porcentaje estipulado, pero una vez descontados los gastos de la organización de las actuaciones de los cantantes. El pago de dólares se fijó cuando el cambio estaba a 100 pesetas, con lo que en el cambio se perdieron varios millones. Los beneficios que el Cultural-82 pudo obtener de estas actuaciones se destinaron principalmente a pagar parte de la deuda con el Ministerio de Cultura.
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