Problemas en el censo

A primeros de 1982, pensando que el censo se llevaría con el año, quise censarme en el municipio donde resido desde agosto de 1981. Me informan de que, para ello, debo presentar primero la baja de mi anterior residencia; hasta aquí todo me parece lógico, una medida normal para impedir el doble censo.Como no había previstas elecciones ni ningún otro motivo de prisas, gestiono con calma la baja y me la dan con fecha 1 de abril, la de mi mujer, y con fecha 5 de abril, la mía; ahora empieza el suspense... Se convocan las elecciones, vamos a mirar las listas y, al no estar incluidos, preguntamos y nos dicen que es normal, ya que el censo se cierra el 31 de marzo y nuestras bajas llegaron unos días después; intentamos votar por correo en las anteriores residencias, y allí nos dicen que tampoco podemos votar, ya que la baja es automática.

Así pues, hay un lapso de tiempo, desde el momento de la baja hasta el momento en que nos incluyen en el censo del año siguiente, durante el cual no existimos y, en consecuencia, no votamos.

Cuando consulté el caso en la junta electoral pensé que se llevarían las manos a la cabeza, pero no, al contrario, parece que es muy corriente, ya que, según me dijeron, hay miles en esta situación.

Esto es consecuencia, supongo, de una normativa sobre censo hecha con los pies en una época en que no tenía tanta importancia, ya que tampoco había votaciones y, sin embargo, todos parecen aceptar esta reminiscencia. /