Evitar la tragica ley de Murphy

El accidente de Málaga esta siendo estudiado por la Comisión Nacional de Investigación, que preside Enrique Cabrera, subdirector general de Transporte Aéreo. Forman parte de la comisión representantes del Ministerio de Transportes, de los pilotos, de la compañía constructora del avión -McDonnell Douglas-, del fabricante de los motores -General Dynamics- y de Spantax, compañía propietaria del aparato.El informe definitivo de la Comisión Nacional de Investigación tardará, al menos, tres meses en redactarse. El estudio del accidente lo realizan varios grupos de trabajo, que comprueban hasta el más mínimo detalle del avión. Su objetivo no es buscar responsabilidades, sino revisar sistemas y aportar soluciones para mejorar seguridad aérea. Trata, en definitiva, de que no se cumpla la negativa ley de Murphy: "Siempre que exista alguna posibilidad de que algo se haga mal, algún día alguien lo hará".

La transcripción de las cajas negras ya está en poder de la comisión, para que no resulta vinculante el informe de la casa constructora de las cajas. Laffi, recorder, cinta que recoge las condiciones técnicas del avión hasta el momento del accidente, fue enviada a la casa constructora en Estados Unidos, donde se procedió a su lectura.

La razón del envío de esta caja negra a Norteamérica fue justificada en su día a EL PAIS por la Subsecretaría de Aviación Civil por su deterioro tras el accidente. Estos elementos se colocan generalmente en la cola de los aviones y están diseñados para soportar temperaturas de 1.500 grados centígrados durante un tiempo aproximado de diez minutos. En el caso del fly recorder del avión siniestrado, la caja permaneció cerca de dos horas bajo los efectos de las llamas. El fly recorder recoge alrededor de cincuenta parámetros, a partir de los cuales se pueden reconstruir con fidelidad las condiciones técnicas del vuelo.