Procesan a ochenta conductores que lograron el carné de conducir de forma irregular

Unos ochenta conductores de Barcelona, que consiguieron el carné de conducir de manera irregular, han sido procesados por orden de la sección primera de lo penal de la Audiencia Provincial de Barcelona, por los presuntos delitos de falsedad y usurpación de personalidad. El juzgado de instruccion número 7, por orden expresa de la Audiencia, ha empezado a notificar estos procesamientos a los implicados.El caso de los camés de conducir estalló enfebrero de 1981, cuando la Guardia Civil detuvo en la autovía de Castelldefels un vehículo que había cometido una infracción de tráfico. Después de extender la correspondiente multa, el guardia civil requirió al conductor para que firmara el impreso, pero este se negó, aduciendo que no sabía escribir. A partir de este incidente, la Guardia Civil, con la ayuda de la Dirección Provincial de Tráfico inició una investigación en un intento de descubrir como era posible que un analfabeto hubiera aprobado los exámenes de teórica de conducir y estuviera en posesión de la licencia.

Un hallazgo casual

Las investigaciones de la Guardia Civil culminaron con la detención del propietario de la Autoescuela Torino, en el barrio del Besás. En un primer momento se le acusó de haber utilizado un complicado sistema para que sus alumnos pudieran pasar la prueba de teórica, aún sin saber leer o escribir. Aseguraron los investigadores que se había falsificado diversos documentos y que se había suplido la personalidad de los alumnos en el momento de realizar el examen. La Dirección General de Tráfico sancionó a la autoescuela y le retiró el permiso durante varios meses. Por su parte, el Juzgado de Instrucción número 7 decretó el procesamiento y la detención del responsable de la autoescuela, así como la de otras cuatro personas presuntamente implicadas en el caso.A los conductores que habían conseguido el carné de conducir por este sistema les fue retirada la licencia y se les obligó a realizar otra vez el examen de teórica, devolviéndoles el carnet una vez demostraban haber superado la prueba. Desde un punto de vista judicial, a los conductores se les había mantenido al margen del caso, y el sumario quedó instruido y concluso sin que sobre ellos recayera acusación alguna.

Cuando se encontraba concluida la investigación, el fiscal se apercibió de la impunidad en que se encontraban los conductores y solicitó de la Sección Primera de lo penal la reapertura del sumario y su procesamiento. Los magistrados aceptaron la petición del fiscal y ordenaron devolver la causa al Juzgado de Instrucción número 7 para que procesara a los conductores y completara de esta manera las diligencias.

Funcionario detenido

La investigación judicial iniciada con la Autoescuela Torino, del barrio del Besés de Barcelona, prosiguió en otras localidades del cinturón industrial. Se descubrieron entonces fraudes similares en otras autoescuelas de Barcelona, Sabadell, Terrassa y Montornés del Vallés. A raíz de las investigaciones realizadas en una autoescuela de Sabadell se detuvo a un funcionario de la Dirección Provincial de Tráfico, José Luis Alvárez Arenas, hermano de un capitán del Ejército condenado a raíz del compló del 23-17. A José Luis Alvárez Arenas, que fue detenido y encarcelado, se le acusaba de haber cometido diversos cohechos, al conceder aprobados a cambio de dinero.