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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Landelino Lavilla intenta recuperar para UCD la mayoría perdida en Almería

En Almería, el que fuera feudo por excelencia de UCD en Andalucía hasta las elecciones al Parlamento regional, en que perdió su hegemonía a manos del PSOE, Landelino Lavilla volvió a pedir ayer la confianza del electorado en un partido "cohexionado y purificado, con un proyecto sólido de centro, que no puede confundirse con los protagonistas de las luchas y querellas que por personalismos y ambiciones se han producido en el mismo".En la noche del viernes, en Granada, adonde había llegado tras una breve estancia de unas horas en Córdoba para asistir a una comida con militantes de UCD y miembros de colegios profesionales, Landelino Lavilla habló ante 2.000 personas de "la responsabilidad histórica de mantener el espacio de centro, que es fundamental para asegurar las bases del asentamiento de la conivencia española en el futuro".

En ese intento por dibujar el hueco del centro en medio de una dinámica de bipolarización que constriñe las posibilidades de UCD, Landelino Lavilla, en un mitin celebrado ayer en Almería con presencia del candidato provincial Ignacio Bayón (que pidió "un nuevo milagro de la primavera" el 28 de octubre), Lavilla descalificó al PSOE y a AP, "partidos que para poder disputarnos el espacio de centro han tenido que maquillar sus programas, que en modo alguno responden a lo que son las formulaciones ideológicas de sus congresos".

El candidato de UCD a la presi dencia de Gobierno, ante más de 2.000 personas llegadas desde toda la provincia, en su mayor parte en autobuses, repitió la respuesta que minutos antes había dado en una conferencia de Prensa a un periodista local, quien le preguntaba cómo pretendía dar UCD la sensación de Gobierno, de querer arreglar los problemas de España con un cartel electoral en el que su candidato aparecía cruzado de brazos. "Por esa regla de tres", se refería a los carteles electorales de Felipe González y Fraga, "tampoco se puede gobernar un país mirando a las nubes o con el cráneo cortado. Los brazos cruzados representan un gesto de firmeza en las convicciones centristas, en su defensa y en la necesidad de no hacer gestos estridentes".

Lavilla, que ayer dejó notar los primeros síntomas de afonía en toda la campaña, repitió por igual ataques al PSOE y AP. De este último partido, al que en Andalucía ha comenzado a calificar de "ultraconservador", criticó, que no se había atrevido a incluir en su programa su deseo de reformar la Constitución, "el valor supremo de todos los españoles", y su política económica conservadora, "que se ha demostrado", dijo, "que es un fracaso en la Inglaterra de Margaret Thatcher, quien ha necesitado para ocultarlo una guerra colonial que ha exacerbado el patriotismo británico". Insistió en que AP ("que en algunos momentos parece querer reproducir experiencias históricas fracasadas") no podrá jamás ganar las elecciones en España, "porque todo se juega en el segmento central, entre la UCD y el PSOE; y el verdadero adversario de los socialistas somos nosotros".

Casi desde el primer momento en que pisó Andalucía, en la que es hegemónico el PSOE, Landelino Lavilla ha pedido a los socialistas que expliquen en qué consiste el cambio que proponen. "Si reconocen que el cambio de Estado ya se ha producido y afirman que el suyo no supone un cambio de sociedad, ¿a qué viene ese cambio?", se preguntó. "El cambio que quiere España se basa en la mejora de las condiciones de vida y no en el cambio de modelo de sociedad".

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