Nuevo enfrentamiento federativos y los constructores
Las nuevas normas aprobadas por la Comisión Técnica de la Federación Internacional de Automovilismo, bajo la presidencia del recién nombrado Sandro Rocci -presidente de la Federación Española- no serán aceptadas por los constructores de los monoplazas. Los constructores argumentan que no tienen tiempo para reformar sus coches en el plazo que se les obliga. Al mismo tiempo, reivindican los Acuerdos de la Concordia, en los que se específica que cualquier modificación técnica debe adoptarse por unanimidad, y no por mayoría como se hizo.
La Comisión Técnica, presidida por el español Sandro Rocci -nombrado sólo unas horas antes-, aprobó con catorce votos a favor, seis en contra y una abstención, una serie de modificaciones que variarán profundamente la estructura básica de los coches que toman parte en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Las más importantes modificaciones establecidas por la Comisión se refieren a la supresión de las faldillas aerodinámicas y al establecimiento del fondo plano en los monoplazas. De esta forma, se pretende suprimir la técnica Wing-Car -efecto de ala invertida-, al que la Federación Internacional atribuye la rápida progresión de la velocidad en las curvas de los monoplazas.
La seguridad como pretexto
La Comisión Técnica de la Federación Internacional justificó estas medidas como una solución para evitar la peligrosidad de las carreras de Fórmula 1. Sin embargo, al tiempo de aprobar estas medidas aprobó también la reducción del peso mínimo de los monoplazas, lo que irá en perjuicio de la rigidez de los coches y de la incorporación de más elementos de seguridad para los pilotos. Tampoco la Federación Internacional estableció ninguna medida para reducir la peligrosidad de ciertos circuitos, algunos de ellos -su cifra crece de año en año, con la aprobación federativa- con trazados urbanos no permanentes muy lejos de alcanzar los mínimos de seguridad.
Argumentación en contra
Los constructores, tanto los que pertenecen a la Asociación que preside el británico Bernie Eccles tone (FOCA), como losindependientes -Renault, Ferrari y Alfa Romeo como más destacados-, se opondrán a estas medidas, con lo que un nuevo enfrentamiento entre las dos partes es inminente Los constructores consideran que el establecimiento de estas medidas, antes del próximo día 17 de abril, es materialmente imposible, porque la mayoría de los coches con los que las escuderías comenzarán la próxima temporada están ya construídos.
En su negativa a aceptar dichas reformas, los constructores argumentan, asimismo, que su puesto en práctica encarecería considerablemente el precio de los monoplazas. Las escuderías tendrían que construir coches totalmente nuevos, sin que, por otra parte, puedan renegociar el apoyo económico de sus respectivos patrocinadores por estar los contratos ya firmados. El elevado costo de las reformas correría, de esta forma, totalmente a cargo de los equipos.
Finalmente, aunque este es el argumento más contundente, los constructores basan su negativa en la falta de respeto a los Acuerdos de la Concordia, que están todavía en vigor y que la Federación Internacional ha esgrimido a lo largo de la temporada para ejercer algunas de sus acciones. En dichos acuerdos, se especifica que las modificaciones de carácter técnico deberán ser llevadas a cabo previo acuerdo unánime de todos los componentes de la Comisión Técnica. En la reunión en la que fueron aprobadas estas reformas, la votación no fue unánime sino mayoritaria.
La decisión de la Comisión Técnica provocará, sin duda, nuevos enfrentamientos entre federativos y constructores. Los constructores, que habían mantenido importantes diferencias durante las dos últimas temporadas -la Foca, de una parte, y los grandes constructores, de la otra-, están ahora todos unidos frente a la Federación. El enfrentamiento, aún antes de que comience la temporada de 1983, está prácticamente asegurado.
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