Se gestionan subidas de primas en los seguros voluntario del automóvil, transportes, robo y crédito y caución
Los rendimientos financieros de las empresas de seguros salvaron de nuevo el año pasado sus resultados, operación que se espera repetir en 1982 con menor fortuna. Según impresiones de medios del sector, dichos resultados registraron un fuerte aumento con respecto a los 5.212 millones de pesetas de 1980. Para afianzar la mejora, el seguro se ha fijado como objetivo lograr el equilibrio entre ingresos y gastos, sin contar entre los primeros la rentabilidad de una inversión financiera que sobrepasará en 1982 los 400.000 millones de pesetas. Ello supondría la elevación de primas en los ramos como el voluntario del automóvil, transportes, robo y crédito y caución, subidas que son gestionadas actualmente.
Como todavía no ha trascendido el incremento de tales rendimientos, se desconoce el montante de los beneficios del seguro en 1982. Los datos suelen ser publicados con un año de retraso por la Dirección General de Seguros, del Ministerio de Hacienda. De momento, acaba de conocerse la encuesta de ingresos y gastos que realiza anualmente entre el medio millar de compañías la patronal UNESPA. En 1980 se duplicaron, hasta llegar a los citados 5.212 millones, como consecuencia de 7.219 millones de pesetas en beneficios y 2.007 en pérdidas.La encuesta de UNESPA señala que los 346.058 millones de pesetas de ingresos por primas y recargos superaron en el 4,1% al conjunto de los gastos por siniestralidad (67,5% de todos los ingresos), gastos de gestión interna (19,1 %) y gastos de comisiones y otros (17,5%). Ese déficit técnico del 4,1% fue ampliamente compensado por los rendimientos financieros de los bienes de. inversión del sector, integrados por las llamadas reservas técnicas, que aumentaron el año pasado en más de 62.000 millones de pesetas, para aproximarse en total a los 340.000 millones de pesetas. Para 1982 se espera que sobrepasen los 400.000 millones.
Reparto de las inversiones
En torno a un 40% de los bienes que constituyen reservas para las aseguradoras están invertidos en valores mobiliarios (sobre todo, acciones y deuda pública) . El resto se lo reparten a medias las inversiones en inmuebles y los depósitos en bancos y cajas de ahorro, con pequeñas participaciones de otros destinos, hipotecas y dinero en caja. Los últimos datos disponibles, facilitados a comienzos de este año por la Dirección General de Seguros y correspondientes a finales de 1980, indican que la inversión en cuentas en bancos y cajas ascendía a 57.174 millones de pesetas, la de inmuebles urbanos a 82.038 millones y la de valores mobiliarios a cerca de 104.000 millones, de los cuales casi la mitad procedía de valores públicos emitidos por el Estado y el resto se distribuía entre renta fija y renta variable.La impresión sobre el fuerte aumento de los rendimientos financieros y, en consecuencia, sobre el de los beneficios, se basa en el incremento de los tipos de interés pagados por las entidades de crédito. Paralelamente, mejoraron los de deuda pública y renta fija, mientras la Bolsa también mejoró en 1981. Los beneficios procedentes de la Bolsa, en concreto, superaron el aumento del índice general, que terminó el año por encima del 20%.
Los rendimientos financieros de las reservas del seguro han pasado a a ser imprescindible válvula de escape a la crisis durante la última década. Ya antes de 1974 las aseguradoras afrontaban con ellos sus déficit técnicos en los ejercicios en que se presentaban, pero éstos siempre eran menos importantes que en los años más recientes. No obstante, en el período 1976-1979 las plusvalías de las carteras de valores se transformaron en pérdidas, aunque muchas compañías las compensaron fácilmente por la posibilidad de deducir las minusvalías de sus impuestos. Todavía en 1980 las contribuciones e impuestos de todo el sector ascendieron sólo a 142 millones de pesetas.
Aunque en la última década la participación de las inversiones en valores mobiliarios se ha reducido una cuarta parte, en beneficio de las de inmuebles y depósitos bancarios, la nueva caída de la Bolsa a lo largo de 1982 y las dificultades del mercado in mobiliario han empujado al sector de seguros a diversificar más sus inversiones y a fijarse como objetivo el conseguir restablecer su equilibrio técnico. Del lado de los gastos, es sabido que la atomización del sector impide avanzar en la reducción. de los gastos internos y externos, de peso muy superior al de otros países occidentales en que, además, el seguro está más desarrollado. "La situación descrita es difícil, y UNESPA viene realizando un conjunto de gestiones encaminadas al restablecimiento del equilibrio técnico", dice la patronal del seguro en un informe, que acaba de extraer de su mencionada encuesta de ingresos y gastos, donde se eluden los datos sobre inversión financiera. El remedio apuntado como imprescindible en dichas gestiones, según medios del sector, es el incremento de tarifas en los ramos deficitarios. Actualmente, los mayores déficit proceden del seguro voluntario del automóvil (14,5%), transportes (12%), robo (10%) y crédito y caución (9%). Tales porcentajes son esgrimidos en los últimos meses por UNESPA para aumentar las tarifas hasta llegar al equilibrio.
Gestiones para subir las primas
La mayor insistencia se centra precisamente en conseguir la libertad de primas para el seguro voluntario de automóviles. Se trata del ramo con mayor déficit y el más importante en ingresos; su recaudación anual representa la cuarta parte de los ingresos del sector, y se superarán este año los 100.000 millones de pesetas.El último incremento de primas en el seguro obligatorio del automóvil, las de mayor crecimiento desde 1980, coincidiendo con la elevación de coberturas, fue autorizado por la Administración desde el primero de septiembre. Quedó entonces paralizada la solicitud de aumento en el seguro voluntario.
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