El alcalde de París cree ser espiado por una nueva policía política

El alcalde de París Jacques Chirac, desafía al Gobierno socialista a que demuestre de manera verosímil y meticulosa la denuncia que él hace suya y sobre la que, desde hace algunos días, insisten algunos medios informativos: la creación de una policía política encargada del espionaje en los medios de la oposición conservadora-liberal y, más estrechamente, en la alcaldía de la capital.

Chirac respondió ayer personalmente a lo que considera como una "campaña política orquestada" por el gobierno contra él, para erosionar su imagen de alcalde y, todo ello, con vistas a los comicios municipales de marzo de 1983.

La "campaña" denunciada por Chirac abarca los tres graves casos que se han acumulado en el plazo de los últimos días contra la gestión de su alcaldía: el inmobiliario, relativo a una estafa de 120 millones de pesetas; Otro más, denunciado hace dos días también por la Prensa, referente a la administración "indigente" de una residencia de ancianos de la villa de París, y finalmente, el asunto desvelado por el semanario satírico Le Canard enchâine, según el cual el partido de Chirac, Agrupación por la República (RPR) habría recibido más de 30 millones de pesetas para financiar su campaña presidencial de 1981, procedentes de Gabón y a través de la firma petrolera francesa Elf Aquitaine.

El líder del neogaullisino, aspirante a la presidencia de la república, y, de momento, al ser reelegido alcalde en 1983, afirma de la manera más rotunda, aparentando que tiene medios para probarlo, que la explotación de los asuntos mencionados está orquestada por el Gobierno. El dinero "petrolífero" es un viejo tema, ya mencionado en un libro, y que escalda a muchos partidos políticos.

La más grave afirmación de Chirac es la concerniente a la supuesta creación de una policía política, dotada de amplios y sofisticados medios, que espiaría a toda la oposición, y al chiraquismo de manera más precisa.