Lavilla, a paso de danza.
El presidente de UCD, Landelino Lavilla, continúa su esforzada campaña con dos objetivos principales: hacer olvidar los problemas internos que desgarraron el partido y estuvieron a punto de romperlo, y dejar atrás su anterior imagen, de envarado presidente del Congreso de los Diputados, inaccesible al ciudadano común. En el Pabellón de Cristal de Lérida, su ciudad natal, no dudó en. abrazar a su esposa Juana e iniciar con ella el baile, durante una fiesta organizada por la UCD local, el miércoles. Ayer, por otra parte, Lavilla afirmó en Ciudad Real que le resulta "especialmente duro" el hecho de que el golpista Antonio Tejero se presente a las elecciones, "porque yo era el presidente de la Cámara cuando irrumpió a tiros y no deja de ser extraño y anómalo que pueda darse la posibilidad de que se siente -en los escaños de una institución que tomó por las armas".
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