Los agricultores acusan a las extractoras de pagar el girasol a precios inferiores al de garantía

Los agricultores de las zonas productoras de girasol de la cuenca del Duero han acusado a las compañías extractoras de este producto de pagar el mismo por debajo del precio de garantía contractual aprobado en las pasadas negociaciones de precios agrarios y fijado en 37 pesetas kilo con un 8% de humedad y un 2% de impureza, lo que significaría un grave incumplimiento de estos acuerdos del Consejo de Ministros.

Las compañías extractoras, por su parte, han manifestado que el precio que vienen pagando durante toda la campaña supera con creces las 37 pesetas, y que en los casos en que se ha pagado al agricultor a 33 pesetas es tan sólo un anticipo a cuenta del resultado final.Cuando la recolección de la cosecha de girasol se encuentra en su punto más álgido, en la cuenca del Duero ha estallado una guerra mutua de acusaciones entre los agricultores y las compañías extractoras de girasol acerca del precio que están abonando estas últimas. Según las organizaciones agrarias en esta región, las extractoras, amparándose en la buena cosecha de este año, están pagando el girasol a los agricultores a precios inferiores a las 37 pesetas kilo fijados en las negociaciones de precios concretamente, a 33 pesetas kilo, de pipa. Igualmente se quejan de que las compañías son las únicas que tienen capacidad de decisión en el análisis del grado de humedad y de impureza, y que ellos tienen que aceptar su veredicto.

Las acusaciones de los agricultores se extienden también a la forma de pago. Según los representantes de los mismos, desde la introducción y extensión de este cultivo, proceso que comenzó hace ahora diez años aproximadamente, las extractoras se llevan las pipas y no pagan en el acto, sino que tardan varias semanas, en el mejor de los casos, en abonar al productor el importe de las pipas. Al mismo tiempo han denunciado la existencia de un pacto entre las principales compañías para no pagar este año el producto por encima del precio de garantía.

Mientras tanto, fuentes de las extractoras han negado la existencia de este pacto y han señalado que es prácticamente imposible que los fabricantes españoles se pongan de acuerdo, dada la gran diversidad de sus intereses, que en muchos casos son contrapuestos. Asimismo han indicado que, a pesar de que haya una buena cosecha -unas 750.000 toneladas de pipa-, la capacidad actual de molturación de las fábricas españolas es del doble, por lo que la demanda es bastante mayor que la oferta y difícilmente se podría mantener, este pacto.

De acuerdo con las mismas fuentes, el precio de garantía contractual es de 37 pesetas kilo con un 8%. de humedad y un 2% de impurezas, porcentajes que rara vez se cumplen, sobre todo en la cuenca del Duero. En Andalucía, primera región donde se recogen las pipas, el precio medio de este año ha superado las cuarenta pesetas, al igual que en la zona centro, donde ya está prácticamente finalizada la recolección. Según los fabricantes, en la cuenca del Duero la situación varía, ya que en muchas ocasiones se recoge la pipa cuando todavía está verde. En muchos casos se entrega con un 30% de humúdad e impurezas.

Lo que está sucediendo en la citada región actualmente es que se realizan entregas de girasol a 33 pesetas kilo en concepto de entrega a cuenta, pero eso no significa que vaya a ser el precio definitivo, que será fijado una vez conocido el porcentaje de humedad e impurezas. Según estas mismas fuentes, como este porcentaje suele ser muy elevado en la cuenca del Duero, aunque el precio que se pague sea de 37 pesetas, para ellas supone un precio más alto porque están pagando agua a precio de aceite.

Los industriales han indicado que el girasol siempre se ha pagado por encima del precio de garantía, por ser un sector excesivamente competitivo, y que la situación de las extractoras es cada día más difícil.