Cerca de 4.000 taxistas colapsan Barcelona tras el entierro de un compañero asesinado
Una caravana de taxis se puso en marcha a mediodía de ayer en Cornellá, en dirección al Gobierno Civil de Barcelona, colapsando el centro urbano. Los taxistas, tras el entierro de Julio Sánchez Fernández, compañero asesinado en la madrugada del viernes al sábado, querían ser recibidos por el gobernador, a fin de exponerle sus quejas por los continuos asaltos de que son víctimas. Una delegación fue recibida por Federico Gallo, con quien se volverán a reunir en la mañana del miércoles.
La caravana, compuesta por unos cuatro mil taxis, se formó en protesta "por la falta de protección en el desarrollo de nuestra actividad profesional", según el Sindicato de Trabajadores del Taxi de Cataluña (STATC), convocante de la jornada. La manifestación de taxis comenzó a la salida de las honras fúnebres celebradas en Cornellá.
Por su parte, portavoces de las distintas agrupaciones y federaciones del sector del taxi en Madrid, que agrupa a 15.500 profesionales, manifestaron anoche que una nutrida representación de trabajadores asistirán este mediodía al entierro del taxista Pedro Peón, asesinado,el sábado en un descampado próximo a la calle de Villarrobledo. La comitiva partirá a las 11.45 del Instituto Anatómico Forense de la capital de España.
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