Optimos resultados en la investigación sobre el asesinato del general Dalla Chiesa

Las investigaciones sobre el asesinato en Palermo, el pasado 3 de septiembre, del general Carlo Alberto dalla Chiesa y de su esposa parecen haber encontrado un buen camino.Veinticuatro horas después de que fuese detenido, cerca de Regio Calabria, Nicola Alvaro, de 36 años, uno de los presuntos asesinos de Dalla Chiesa, los jueces de Palermo dictaron, el pasado miércoles, una segunda orden de arresto contra el capo mafioso de la región de Catania Benedetto Santapaola, buscado por el asesinato, el pasado 16 de junio, de un jefe de una banda rival, Alfio Ferlito, y de los cuatro carabinieri que le escoltaban hacia la prisión.

De acuerdo con las investigaciones de los magistrados de Palermo, en el asesinato del general Dalla Chiesa estarían implicados miembros de la mafia de Palermo y Catania, quienes recurrieron a asesinos profesionales de la mafia de Calabria (conocida por N'Drangheta).

Benedetto Santapaola, próspero comerciante de Catania, es el jefe de un clan que desde finales de los años setenta está implicado en el tráfico de drogas de común acuerdo con diversas familias de la mafia de Palermo.

La amplitud de los beneficios que la Mafia obtiene del refinamiento y tráfico de heroína la incitó a ampliar su zona de influencia a la costa oriental de Sicilia o a ciudades como Catania, en pleno boom económico, ofreciendo terrenos de inversiones para lavar el dinero procedente del tráfico de drogas.

Los arreglos de cuentas por el control de estos mercados entre las diferentes familias y la instauración de un nuevo equilibrio de poder fueron episodios numerosos, tanto en Catania como en Palermo.

La hipótesis de la pista de Catania fue evocada al día siguiente del asesinato del general. La técnica del atentado y el arma utilizada, un fusil Kalashnikov de fabricación soviética, eran idénticas a las que participaron en los arreglos de cuentas atribuidos al clan de Benedetto Santapaola y en el atentado criminal que costó la vida a Ferlito y a los cuatro carabinieri de su escolta.

La pregunta es hasta qué punto los investigadores consiguieron convertir sus sospechas en pistas suficientemente sólidas para conseguir las pruebas que han hecho posible dictar una orden de detención.

Algunas filtraciones se refieren a una colaboración entre la justicia y los mafiosos de los clanes vencidos en la guerra de las bandas rivales que ensangrentaron a Sicilia en los últimos años. Uno de estos testigos identificó a Nicola Alvaro entre el grupo que asesinó a Dalla Chiesa. Los jueces están convencidos de que Alvaro se encontraba efectivamente en Palermo la noche del asesinato.