Melodrama policiaco
La brillante y un poco convencionatcarrera de William Wyler -norteamericano esmeradamente educado en Francia y enrolado en Hollywood desde 1920, cuando sólo tenía 18 años- se encarrilé definitivamente en 1938, con un fastuoso melodrama titulado Jezabel, al que siguieron Cumbres borrascosas en 1.939, La carta en 1940, La zorra en 1941 y La señora Miniver al año siguiente, con el paréntesis, en los primeros meses de 1940, de su casi casual obra maestra, ese maravilloso western titulado El forastero, que cuenta con uno de los grandes dúos interpretativos de la historia del cine, todo un recital de virtuosos a cargo de Gary Cooper y Walter Breenan.Un año antes de que Wyler encontrara el filón abiertamente melodramático, que le iba a dar enorme fama y prestigio profesional, rodó un filme híbrido del género negro, o del thriller clásico, y de ese drama sentimental en el que encontraría en los años que siguieron su verdadera identidad como cineasta. El título deeste raro filme, rodado en 1937, es Dead End y ha sido rebautizado en castellano como Calle sin salida. No es una buena película, pero se ve con facilidad, no aburre pese a tener un guión algo plomizo y pedante de la famosa Lilian Hellman, y contiene algunos atractivos importantes.
El principal de estos atractivos es la presencia de Humphrey Bogart en su etapa dé recibidor de bofetadas, cuando aun no era aquel mito viviente en que le convirtieron Raoul Walsh y JQhn Huston, con El último refugio y El halcón maltés respectivamente. Bogart, durante casi una decena de años, repitió una y otra vez un papel de duro de apoyatura, lo que le convirtió en una especie de moridor profesional, de eterno antagonista, mitad duro y mitad gomoso, que más tarde, en su época de esplendor, le sirvió para componer desde abajo algunos de sus personajes más complejos. El germen del futuro Bogie está en Calle sin salida, y merece la pena observarlo.
Los protagonistas de la película son Joel McCrea y Silvia Sidney, dos extraordinarias jetas del cine de los años 30 y 40, que hoy están injustamente postergados en los gustos de los mitólogos nostálgicos. En Calle sin salida hay ocasión de verlos en una actuación sobria y, por estar avala da por la mano de Wyler, que era un buen y elegante director de actores, perfectamente contenida. Ellos, la sombra de Bogart y la presencia de Claire Trevor, otra excelente actriz, son la salsa de esta mediana película, quienes la hacen digna de verse.
Calle sin salida se emite hoy a las 21.35 por la primera cadena.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.