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El bálsamo de Felipe González

Las declaraciones del líder socialista, Felipe González realizadas en TVE el pasado jueves, han supuesto un bálsamo para la Bolsa que ayer experimentó un alza considerable, fundamentalmente a causa de la mayor prudencia que mostraron los vendedores a la hora de cursar sus órdenes.El cortocircuito que provocaron las moderadas palabras del secretario general del PSOE en la mente de más de un bolsista, que únicamente le podía imaginar lanzando amenazas para la salud de sus inversiones, llegó hasta a afectar el mecanismo electrónico del tablón de cotizaciones de la bolsa madrileña que no funcionó en toda la mañana.

La realidad es que el único secreto de las mejoras estuvo en la menor presencia de vendedores en los corros, lo que si se mira bien no es poco. La característica de primera sesión de mes, a las que normalmente suele acompañar una renovación de órdenes, ha hecho que algunas de estas no llegasen a los corros. Aprovechando esta circunstancia, algunos especialistas, que ya habían tomado posiciones en reuniones anteriores, posiblemente para promediar los precios de los títulos de sus carteras, forzaron algunas alzas de cierta consideración en los valores eléctricos.

Ante esto, los pocos operadores a corto plazo que aún estaban dispuestos a vender, retiraron apresuradamente sus órdenes, y adoptaron unas posiciones expectantes, cuando no intentaron aprovechar la tendencia positiva y montarse sobre la marcha al carro de las mejoras.

El volúmen genérico de operaciones que pudo observarse sobre el parqué no fue excesivo, y esta circunstancia ha sido considerada por algunos especialistas como un seguro de muerte para la reacción positiva de ayer.

Con ser el grupo eléctrico el más favorecido genéricamente por el cambio de tendencia en el mercado -varios de sus valores más representativos se apuntaban ganancias superiores a un punto- los precios de las acciones de otras sociedades también consiguieron reflejar diferencias positivas de cierta consideración en sus precios.

Los ejemplos más claros los constituían Petróleos, con una ganancia de dos puntos, Dragados, que mejoraba cuatro enteros, y Explosivos, que conseguía volver a saltar por encima del 10% (10,5% fue su precio de cierre en Madrid), después de haber llegado a realizarse operaciones al 11%.

La impresión general que existía en las salas de contratación al término de las reuniones era que estas mejoras carecen por el momento de un soporte con la suficiente entidad como para que puedan perdurar. La posibilidad de que más de un responsable de carteras institucionales se haya decidido a conseguir el beneficio fiscal que representan las minusvalías fiscales al cierre del ejercicio, es un argumento que parece atenazar los ánimos de algunos de los más intrépidos operadores a quienes la reacción del mercado ha sorprendido profundamente, a pesar de su contrastada experiencia en los raptos de locura bursátiles.

Por desgracia, y siempre según la mayor parte de las opiniones, no parece que esta reacción vaya a resultar definitiva porque, entre otras muchas cosas, la moderación de los planteamientos socialistas eran ampliamente conocidos para quien hubiese querido tomarse la molestia de leer sus ofertas electorales. Por tanto, no se puede hablar de ningún nuevo elemento a cotizar en Bolsa.

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