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Probable compra por el INI o ENDASA de la participación de Pechiney en ALUGASA y Aluminio Español, SA

Altos directivos del Instituto Nacional de Industria (INI) y ENDASA ultimaban ayer, hasta altas horas de la noche, la estrategia que esta última sociedad llevará hoy al Consejo de Administración de Aluminio Español, SA, donde se decidirá si la sociedad amplía su capital en 19.000 millones de pesetas con el fin de cubrir los compromisos de pagos, nacionales e internacionales, que tiene pendientes. En medios solventes se apunta la alta posibilidad de que ENDASA, o en su defecto el INI, llegue a un acuerdo con Aluminios de Galicia, SA (ALUGASA), por el que las acciones del grupo francés Pechiney en esta sociedad, así como su participación en Aluminio Español, SA, cambien de manos y eviten así una eventual suspensión de pagos de esta sociedad.

Aunque a última hora de la noche la estrategia del grupo ENDASA (donde el INI comparte con la multinacional canadiense Alcan las acciones al 56/44%) seguía sin definirse de cara al consejo, los esfuerzos para llegar a un compromiso accionarial que evite el colapso total del grupo Aluminio Español-Alúmina Aluminio llegaban hasta altas esferas del Gobierno. Corno norte de estos esfuerzos se certificaba la idea de evitar a toda costa que cuajara lo que se ha llamado en fuentes próximas al INI como el "chantaje" del grupo francés estatal Pechiney Ugine Kuhlmann (PUK), que "quiere abandonar todos sus intereses en España a un coste mínimo".Pero en medios bancarios internacionales de Madrid, donde se sigue el pulso entre los accionistas de Aluminio Español con espectacular interés en razón al riesgo que tienen en el grupo, se afirmaba la escasa maniobrabilidad que posee ENDASA, y en último extremo el INI, quien arriesga mucho en el desenlace de la operación ante el coste en términos de prestigio que puede suponer para el Instituto una eventual suspensión de pagos de la sociedad, que afectaría irreversiblemente a la calificación del organismo en los mercados internacionales de capital.

En estos mismos medios se daba como "muy probable" la llegada a un acuerdo, bien en el consejo de hoy, bien en un plazo no superior a diez días, que suponga la compra a un precio simbólico por ENDASA o el INI de las acciones que el grupo Pechiney tiene en Aluminio Español -y la sociedad filial de ésta, Alúmina Aluminio-, a través de ALUGASA así como como el 60% que los franceses tienen en esta última sociedad.

Acuerdo difícil

Para llegar a un acuerdo de este tipo, que teóricamente se presenta sencillo, quedaban, sin embargo, tantos interrogantes por dilucidar que fuentes próximas al INI, pese a reconocer la evidencia de un acuerdo en esta línea, lo consideraban improbable. La principal dificultad para este tipo de solución no sólo era el efecto público del mismo ("el INI carga con otra sociedad donde se marchan los extranjeros", según la versión gráfica de una fuente), sino la responsabilidad de las deudas avaladas que tiene ALUGASA en el grupo Aluminio-Alúmina y que pueden superar los 16.000 millones de pesetas.La firme decisión del INI de no hacerse cargo de estas deudas avaladas, y que le forzarían de inmediato a desembolsar en solitario más de mil millones de pesetas para cubrir el pago trimestral de los intereses vencidos del famoso crédito internacional de doscientos millones de dólares, aparte del pago parcial de otro crédito internacional concedido a Alúmina Aluminio de 150 millones de dólares, se presentaba, sin embargo, como el principal obstáculo.

El hecho de que el INI no haya avalado ninguno de estos créditos, así como otras deudas del grupo con la banca privada española, le dejaba libre las manos para forzar al grupo francés a hacerse cargo de sus compromisos, no sólo accionariales, sino crediticios.

Pero la actitud del grupo francés y de su aparente representante en España, Antonio Barrera de Ir¡mo, presidente de ALUGASA estaría impidiendo cualquier tipo de solución.

La abstención del presidente de ALUGASA en el consejo de administración del día 20 de septiembre, en el que se sometió a votación la ampliación de capital de Aluminio Español en 19.000 millones de pesetas, dejó estupefactos a los restantes accionistas de la empresa, que además no pudieron disfrutar de la presencia del representante de Pechiney en otro consejo posterior, al excusar éste su asistencia. Desde entonces, los esfuerzos por hablar con él han resultado infructuosos, con excepción de una corta conversación con el presidente de ENDASA, según informan fuentes próximas a esta empresa. Lo mismo ha sucedido con los esfuerzos de este periódico para conocer su versión.

Ante dicha actitud del grupo Pechiney, cuyo presidente tampoco pudo mantener una. conversación seria en París con otro emisario de ENDASA que visitó hace un mes la sede central del grupo en la capital francesa, el desenlace del consejo de administración de hoy se presenta como un interrogante abierto, pese a los esfuerzos por solventar el problema por parte de los socios españoles.

El hecho de que el reloj corra en contra del futuro de Aluminio Español parece preocupar tan sólo al resto de los accionistas y, por razones obvias, a los acreedores internacionales y nacionales de esta sociedad.

Encauzamiento del problema

Mientras tanto, en medios próximos a los bancos acreedores se muestra una cierta recuperación de confianza en la próxima solución del conflicto, una vez que, aparentemente, "se haya tomado conciencia de la urgencia del problema". El grupo bancario internacional que, bajo la dirección de la entidad canadiense Orión, concedió el crédito de doscientos millones de dólares, cuyo pago parcial de intereses no se ha abonado, ha comunicado ya su intención de "acelerar" (ejecutar) el crédito en los tribunales británicos el próximo día 11, tal como establece la claúsula de cash defficiency agreement del mismo.Esta amenaza de ejecución del citado crédito -a la que puede seguír el concedido por otro grupo internacional a Alúmina Aluminio por un consorcio donde se encuentran el Bank of America, el Royal Bank of Canada, Citicorp, Bilbao y veinte bancos más- es, precisamente, lo que agrava el problema y que, al parecer, ha forzado al INI a adoptar una actitud de dureza con el grupo Pechiney ante el daño que una no descartable suspensión de pagos de la sociedad causaría al prestigio internacional, como prestatario, del organismo español.

Otro interrogante que enturbia aún más el problema es la posición del grupo canadiense Alcan, socio del INI en ENDASA, y accionista, por tanto, en el grupo Aluminio Español-Alúmina Aluminio.

Hasta ahora, el grupo canadiense había mostrado su apoyo a la ampliación de capital de Aluminio Español, SA, pero su posición no se conocerá públicamente hasta la celebración del consejo de hoy. Ayer, como a 19 largo de los últimos días, los representantes del INI en ENDASA negociaban con Alcan la estrategia a seguir y el estudio de posibles alternativas al problema.

Mientras tanto la eventual compra por ENDASA, o el INI, en su defecto, de las acciones del grupo Pechiney en las empresas de obtención de aluminio permitiría al organismo público español, junto al socio canadiense, planificar con unos criterios únicos el sector del aluminio en España, necesitado como está de una reconversión a fondo ante las nuevas realidades que afloran en el mercado internacional de este producto básico.

Por otro lado la caída del precio de este metal deja al descubierto una estrategia desarrollista que, adoptada con Francisco Fernández Ordóñez como presidente del Instituto Nacional dee Industria y Barrera de Irimo como vicepresidente del Gobierno hace nueve años, culminó hace dos con la inauguración del mayor, más caro y menos eficaz complejo alumínico de Europa Occidental en San Ciprián (La Coruña).

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