Un nino muere en un cuartel por un disparo fortuito de un guardia civil

Un niño de 10 años de edad, Jesús Díaz Berrio, hijo de un guardia civil destinado en la localidad guipuzcoana de Beasain, falleció ayer, pasadas las 14.30 horas, a consecuencia de un disparo fortuito realizado por un miembro de ese cuerpo. El niño, que resultó alcanzado por una sola bala, a la altura del tórax, fue trasladado inmediatamente a la clínica San Miguel, en la vecina localidad de Villafranca de Ordicia, donde falleció poco después.El accidente se produjo, al parecer, cuando el guardia civil autor involuntario del disparo, cambió de posición su arma reglamentaria que contenía una bala en la recámara. El cuerpo del niño Jesús Díaz Berrio, que fue trasladado ayer al depósito de Beasain, será enterrado en Cáceres.