Iniciada una investigación judicial sobre la Caja de Ahorros Layetana de Mataró
El Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró (Barcelona) resolvió el pasado martes la apertura de diligencias previas para averiguar la posible responsabilidad del director general de la Caja de Ahorros Layetana de Mataró y el jefe de los Servicios Jurídicos de la citada entidad en dos presuntos delitos de estafa y usura. Las diligencias judiciales han sido instadas mediante una querella criminal interpuesta por los directivos de la empresa de maquinaria textil Talleres Cypp, SA, de la misma ciudad de Mataró.
Mientras que Pedro Antonio Doria, director de la mencionada entidad de ahorro, muy arraiga da en la localidad, señaló ayer a este diario que la operación financiera suscrita con los querellantes es "correcta", aunque "no común", los directivos de la empresa argumentan que les fue concedido un crédito con un interés usurario cifrado en el 34%, anual.En el escrito de querella contra Pedro Doria, director de la Caja Layetana, y Francesc Serra, jefe de los servicios jurídicos, éstos son acusados de haber gestionado la concesión de un crédito por 25 millones de pesetas. La cuantía total de devolución en tres años ascendía, por concepto de capital e intereses, a la cifra de 43 millones. Como garantía del crédito, dos de los socios de Cypp, SA suscribieron un contrato de compraventa con la Caja Layetana de las dos terceras partes del solar donde se halla situada la industria. El citado solar, valorado, según los querellantes, en 230 millones de pesetas, se encuentra ubicado en la única zona industrial de Mataró y su superficie es de 3.000 metros cuadrados.
La empresa Talleres Cypp, con una plantilla de cuarenta trabajadores, está dedicada a la fabricación de maquinaria circular textil y es una de las dos únicas industrias catalanas supervivientes a la crisis del sector. El origen del litigio con la entidad de ahorro querellada, arranca de 1980, con la concesión de un crédito gestionado personalmente por el abogado de la empresa, Francesc Serra, quien, a su vez, es jefe de los servicios jurídicos de la Caja Layetana.
El inmueble, insólitamente vendido en garantía del préstamo, se inscribió con posterioridad a nombre de la entidad de ahorro en el registro de la propiedad. Mientras tanto un segundo contrato, esta vez de carácter privado, obligaba a la Caja Layetana a vender de nuevo a sus antiguos propietarios el solar, tras el pago de un total de 43 millones de pesetas. Por otro lado los sucesivos vencimientos del citado préstamo fueron incumplidos por Talleres Cypp, y ahora la propiedad del inmueble está en discusión.
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