La decisión de Genscher de romper la coalición hunde al Partido Liberal alemán

Las maniobras políticas del presidente liberal (FDP), Hans-Dietrich Genscher, que llevaron a la ruptura de la coalición social-liberal (SPD-FDP) en Bonn, han abierto una profunda crisis en el partido. Los últimos sondeos conceden a los liberales sólo un 2,3% de votos a nivel federal y cuatro agrupaciones regionales del FDP han pedido la celebración de un congreso extraordinario del partido, que tendrá que celebrarse, según los estatutos, en las próximas tres semanas.

El cambio de coalición fue "un golpe de Estado desde arriba", según la diputada de Hamburgo Helga Schchardt, que hace días calificó a Genscher de sinvergüenza. El portavoz de los jóvenes liberales (Judos) declaró que "si los dirigentes del FDP tienen todavía en el cuerpo una chispa de vergüenza y de honor, se comprometerían a celebrar nuevas elecciones, a pesar del riesgo de fracasar ante el electorado".Los liberales han alcanzado cotas increíbles en su caída, según los últimos sondeos de opinión. El Instituto de Sondeos de Allensbach registra en una encuesta, realizada durante los tres días que siguieron a la ruptura de la coalición social-liberal, que el FDP ahora sólo conseguiría un 2,3% en unas elecciones federales. Los democristianos (CDU/CSU) tienen un 52,7%. Los socialdemócratas (SPD) recuperan un 5% desde el último sondeo, el pasado mes de julio, y llegan a un 36,8%. Los verdes (ecologistas y radicales) alcanzan un 7,8%.

Aunque estas cifras hayan sido conseguidas bajo el impacto emocional de la ruptura de la coalición que gobernaba la RFA hasta hace unos días, el panorama para el FDP es muy negro. Su presidente, Genscher, aparece ante la opinión pública como el prototipo del político oportunista y maniobrero sin escrúpulos, que al mismo tiempo se sienta en la mesa de Gobierno y por la espalda negocia el cambio de coalición.

El propio Partido Liberal ha reaccionado y ya son cuatro las, agrupaciones regionales del FDP que han pedido un congreso extraordinario. Este congreso no podrá cambiar la marcha de los acontecimientos, porque se tardará unas tres semanas en organizarlo y para esa fecha ya se habrá elegido a Helmut Kohl como nuevo canciller. Sin embargo, si el FDP no rebasa el 5% en las elecciones del domingo en el Estado de Hesse, la posición de Hans Dietrich Genscher, el artífice del cambio de coalición en la RFA, podría hacerse insostenible.