Un martes sin borrasca
Sería difícil imaginar un comienzo semanal más tranquilo que el que ayer observaron los mercados de valores nacionales. Parecía que la borrasca que ha conmovido el pasado fin de semana el espectro político de centro-derecha, donde no han sido posibles las coaliciones previstas, hubiese tenido un imaginario efecto benéfico sobre las bolsas.Las operaciones del día se iniciaron dentro de un marco distendido, con un volumen bastante aceptable de negociación en los corros y movimientos en ambos sentidos en los precios de las acciones de las compañías eléctricas, lo que llevaba a afirmar a los expertos que por el momento continúan produciéndose compras institucionales muy selectivas.
El grupo bancario ha dado pocos elementos para el comentario, observándose unas discretas recuperaciones en el Bilbao y Popular, mientras el resto de sus compañeros mantenían una actitud pasiva, optando por las repeticiones en bloque, para eludir mayores complicaciones.
En el capítulo de las diferencias entre el número de títulos puestos a la venta y el volumen que presentaba la demanda, sólo Banesto ofrecía un saldo vendedor de alguna entidad, concretamente 75.440 acciones, seguido a distancia por el Santander con 28.716 títulos de diferencia negativa, mientras que los demás contaban con unos pocos miles de acciones como restos vendedores.
La excepción la constituyó el Bilbao que presentaba una mayoría de órdenes compradoras, concretamente 2.020 acciones, en las que apoyaba su avance de dos puntos en el mercado bursátil madrileño.
Por lo demás, en la contratación de acciones se observaron muy pocas actuaciones dignas de mención. Petróleos con una ganancia de dos duros en el mercado madrileño, posiblemente haya sido el valor más distinguido en la reunión en este mercado.
Hay que volver la cabeza sobre los acontecimientos políticos para encontrar los puntos que -centran la atención de los asistentes habituales a las reuniones. El sonoro fracaso del intento de coalición electoral entre los restos de UCD y los liberales que encabeza Antonio Garrigues, ha hecho torcer el gesto a más de un especialista, no tanto por las posibilidades electorales que se le concediesen a esta coalición, como por el espectáculo triste y lamentable, según estas mismas versiones, que están ofreciendo al país algunas formaciones políticas.
Tampoco han satisfecho a los especialistas las discrepancias a la hora de confeccionar las candidaturas electorales surgidas entre Alianza Popular y el pequeño Partido Demócrata Cristiano que encabeza Oscar Alzaga. También se estima que este tipo de actuaciones contribuye a deteriorar la imagen de seriedad y solvencia de los grupos políticos moderados, ofreciendo un espectáculo, según comentaba un pequeño inversor, "más digno de porteras que de políticos".
Sin embargo el mercado, por fortuna, no se ha hecho eco de estos comentarios, y quienes a diario concurren a las salas de contratación parecen haber adoptado una postura filosófica y resignada que se resumiría normalmente en esperar a ver qué pasa.
Por el momento los mayores temores se centran en la posible aparición de partidas fuertes de títulos a la venta, que normalmente no encontrarán respuesta suficiente por parte de los compradores.
