El voto de centro

Lo que está sucediendo con las próximas elecciones es curioso: el ciudadano se siente perplejo y molesto porque se sabe ya qué día va a poder elegir, pero no entre quiénes. Hasta el 14 -falta aún una semana- no se sabrá qué coaliciones definitivamente se presentarán. Y hasta el 19 -faltan dos semanas- no habrá nombres fijos para candidaturas concretas. Naturalmente, los nombres son muy importantes, y más en un país de todavía reciente hábito electoral y con partidos que se hacen y se deshacen, como la sardana.( ... ) Los que en España optaron por UCD, el partido, más votado en las anteriores elecciones generales, se preguntan si ese partido seguirá concurriendo y quién lo encabezará. Sólo después de conocer ese dato fundamental podrán empezar a considerar la posibilidad de mantener el voto o cambiarlo por las candidaturas que encabecen en la capital del reino los señores Fraga, Suárez o González. Si UCD no concurriese a las elecciones por sí misma, entonces la elección -fuera de las comunidades con partidos nacionalistas bien implantados- estaría igualmente entre estos tres señores, pero el panorama político cambiaría notablemente.

(...) El votante de centro no podrá decir que le falten opciones Podrá mantener su preferencias por UCD, con Lavilla como líder Podrá seguir a Suárez, que encabezó en otras elecciones ese mismo partido. Podrá también, si lo prefiere, sumarse a los votos que obtenga Fraga o a los que atraiga Felipe González. ( ... )

4 de septiembre