Los comunistas harán un esfuerzo económico sin precedentes para afrontar la campaña
El Partido Comunista de España ha aprendido la lección andaluza y hará un esfuerzo económico sin precedentes, para afrontar esta campaña electoral con un presupuesto de más de seiscientos miflones de pesetas. Con esta lluvia de millones, el PCE se propone combinar la utilización de los mítines y concentraciones multidinarias con la presencia en vallas y el despliegue publicitario. "Nos hemos dado cuenta", dice Santiago Carrillo, "de que éramos quienes más gente reuníamos, pero esto no se traducía en porcentajes electorales a la hora de la verdad, porque sólo llegábamos al votante convencido".El PCE es el grupo político que más avanzados tiene sus planes electorales, debido a que excluye cualquier coalición y puede trabajar en solitario sin más condicionamientos que los impuestos por su órgano de gobierno, el Comité Central, que se reunirá el día 14 para dar el visto bueno a la estrategia, planes y programa electorales.
El secretario general del PCE es consciente de que la crisis provocada en su partido por las salidas de los renovadores y de los prosoviéticos puede traducirse en un descenso electoral, pero resta importancia a este factor. "Los comunistas nos crecemos en la adversidad", dice Carrillo.
Para contrarrestar esta pérdida de imagen, la comisión electoral comunista, en la que participan algunos de los jóvenes valores del partido, como Andreu Claret, Enrique Curiel, Adolfo Piñedo y el ex vicesecretario general Nicolás Sartorius, tiene intención de organizar un amplio despliegue en el que las imágenes del 23-F no estarán ausentes.
Dos millones de bonos
Los responsables comunistas desmienten cualquier sospecha respecto del origen de los fondos de su campaña y se adelantan a las bromas sobre "el socorrido oro de Moscú". "Vanios a comprometer el patrimonio del partido en los créditos bancarios solicitados y llegaremos a empeñar. los locales del PCE en toda España", declara Carrillo. "Hemos abierto también una suscripción en la que se ingresan las ayudas de simpatizantes y el 20% del sueldo de los miembros del Comité Central. Contamos además con dos millones de bonos que se están distribuyendo ya y con la llamada campaña del calcetín, que está dando frutos importantes".
Las listas comunistas presentarán pocas sorpresas. Aunque los dirigentes del PCE se muestran cautos al respecto, EL PAIS ha podido saber que Santiago Carrillo encabezará la candidatura comunista de Madrid, seguido de Nicolás Sartorius y Enrique Curiel. El actual vicesecretario general, Jaime Ballesteros, no será candidato y permanecerá dedicado al partido.
Las listas del PSUC se mantienen prácticamente intactas, y en las demás provincias no se registrarán novedades relevantes, salvo la ausencia de Marcelino Camacho, justificada en razón de su dedicación a Comisiones Obreras, y la presencia en puestos destacados de dos diputados afines a los renovadores, como son Emerit Bono y Pérez Royo, por Valencia y Sevilla, respectivamente.
El eje de la campaña electoral se desplazará con respecto al mensaje transmitido en Andalucía, donde, según Carrillo, "se pecó de ingenuidad". "Decir, como dijimos, que Juntos podemos, al mismo tiempo que el PSOE no quiere saber nada de nosotros, es tanto como regalarle votos al PSOE".
Tras el fracaso andaluz, la comisión electoral comunista trabaja en varios eslóganes que harán hincapié en la necesidad de un fuerte partido comunista que fuerce a los socialistas a cumplir sus promesas y que actúe como garantía del cambio frente a la tentación centrista del PSOE. Algunas de las frases que circulan por los despachos del PCE son "A la izquierda está el Partido Comunista" y "PCE, el voto que garantiza el cambio".
Las previsiones electorales de Santísima Trinidad (sede central del PCE) no son pesimistas, contando con los amplios recursos disponibles y con la utilización del vídeo y las imágenes de Santiago Carrillo en la trágica noche del 23-F, de la que, pese a las evasivas del secretario general del PCE, se acabará haciendo uso, según pudo saber este diario. "El 23-F es un elemento de la vida política de este país", dijeron fuentes comunistas, "y nuestra actitud en aquellos fatídicos momentos tiene mucho que ver con nuestra propuesta".
En Santísima Trinidad se cuenta con repetir resultados en Madrid, con cuatro diputados, y otro tanto se espera de las demás circunscripciones, con la excepción de Cádiz y Jaén, donde las perspectivas son más sombrías. En Barcelona, según las mismas fuentes, la presentación de una lista del prosoviético Partido de los Comunistas Catalanes puede hacer perder un escaño al Grupo Parlamentario Comunista, del que no se beneficiaría, previsiblemente, el PCC.
El secretario general del PSUC, Antoni Gutiérrez, declaró ayer, de su lado, que el comité ejecutivo del partido acordó rechazar una oferta de formar una candidatura para el Senado en la que participaran todas las fuerzas que se oponen a la LOAPA, es decir, Convergencia y Unió, Esquerra Republicana, PSUC y Nacionalistes d'Esquerra. Gutiérrez precisó que para su partido "es fundamental nuestra confrontación con Convergencia i Unió como derecha catalana".
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