La IAAF pasa a controlar el atletismo-espectaculo
ENVIADO ESPECIALLa Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ha pasado a controlar el atletismo-espectáculo. Las grandes reuniones internacionales, ésas donde Coe y Ovett tenían como enemigos el reloj, esas donde se impuso el ingenio de unos promotores por hacer luchar a los atletas contra unas marcas, sin títulos de por medio, quedaron desde ayer reguladas en el congreso de la IAAF, que fue clausurado en Atenas dos días antes del comienzo de los campeonatos europeos.
La IAAF dice que no se puede homologar tanto récord mundial sin haber pasado un control antidoping, y tampoco está dispuesta a que el dinero que se paga a los atletas no esté controlado. Así que, desde la próxima temporada, los organizadores de reuniones tendrán que aumentar su presupuesto para poder realizar los análisis del antidoping, unas 150.000 pesetas por cada uno de ellos, y también pagar a los atletas a través de las federaciones, aunque tampoco será mayor problema enviar la mitad, es decir, la cantidad oficial, y darle al interesado la otra parte más las primas por récord mundial, si es que lo hiciera.
El dinero irá a la Federación, que creará un fondo de garantía donde se almacenarán todas las recompensas económicas de los atletas, que, caso de ser muy elevadas, serían disimuladas con contratos de publicidad, también a través de la Federación. Esta, en la retirada del atleta, le entregará todo el capital acumulado, si es que quedase algo, pues las necesidades sociales de un atleta, como se justifica tal medida, no tienen por qué retrasarse hasta que deje de correr.
Hubo además ligeras modificaciones de los estatutos ratificación de que el atletismo no admite la discriminación racial, religiosa y política, creación del Campeonato Mundial Femenino de diez kilómetros en carretera y una recomendación del comité médico de que la maratón no la corran menores de dieciocho años.
En cuanto al control de la IAAF sobre las reuniones internacionales, afecta a España, principalmente, por la carestía del control antidoping. Esta temporada, Barcelona y La Coruña se asomaron al circuito europeo y vieron que no era tan dificil lograr una buena organización. Pero la obligatoriedad del control obliga a ampliar el presupuesto, que ya resulta escaso. También la falta de un tablero electrónico en los estadios españoles sería un punto más en contra para lograr un permiso de la IAAF para organizar una reunión de alto nivel.
Por lo demás, las condiciones son que se haga tres días después de la última gran reunión, que tenga un mínimo de ocho pruebas masculinas y cuatro femeninas, con un 25% reservado a los concursos que tienen que hacer atletas de, al menos, ocho países diferentes, y que el estadio tenga una capacidad mínima para 15.000 espectadores y seis u ocho calles. Para entrar en el circuito habrá que tener una fecha prevista entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre.
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