Joern Olsen,
catedrático de universidad, la doctora Anne Vibeke y la investigadora Pamela Rachootin, tras una serie de estudios realizados en Dinamarca, han llegado a la conclusión de que ciertas situaciones laborales pueden producir la esterilidad femenina. Después de tres años de pruebas y experimentos en el hospital de Odense han comprobado que las mujeres que trabajan con ciertos colorantes empleados en la industria textil "son más propensas a no tener hijos". También señalan los tres científicos que las trabajadores que ejercen en ambientes ruidosos "corren un riesgo doblemente mayor de ser estériles", aunque no sufran trastornos biológicos.
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