La lección de 'Dallas'
Me permito escribir ésta, por -primera vez, en consecuencia de la feliz finalización de la maravillosa serie televisíva Dallas. Me creía en la obligación de pregonar, en ese su periódico, la felicidad que debemos poseer todos los televidentes, pues terminó la serie más maniqueísta de toda la deplorable historia de RTVE.Porque, hay que decirlo para su posible erradicación, hemos sido conejillos de Indias de una serie que nos ha utilizado como cobayas, para experimentar unas, brillantes ideas que los. productores tuvieron en conexión, directa con un grupo de sociólogos. Han utilizado a un montón de personas para sus juegos, y nosotros, ¿cómo no?, hemos absorbido (quizá más que nadie) sus interesantes ideas. Han variado notablemente las ideas básicas. de concepción de justicia, justamente en el marco deun Estado que se propugna irónicamente libre. En fin, una lección que hemos de aprender, pero al revés./
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