Denuncias sobre el funcionamiento del hospital Ramon y Cajal
Dos médicos, Daniel Celemín y Castro Franco, adjuntos al servicio de Cirugía Cardíaca del hospital Ramón y Cajal, de Madrid, denunciaron en la tarde de ayer la desorganización del servicio y los graves fallos de funcionamiento del centro, horas después de que muriera el paciente Eugenio Calleja Calleja, cuyo hijo había pedido dramáticamente ayuda por Radio Nacional el pasado viernes al saber que en el hospital no había ningún especialista que pudiera intervenir quirúrgicamente a su padre.Los dos médicos explicaron, en una conferencia de Prensa que convocaron por su cuenta y al margen de la dirección del centro, que hace tiempo habían puesto en conocimiento de la dirección del Ramón y Cajal, del Insalud y del Ministerio de Sanidad las deficiencias que venían observando en el funcionamiento del hospital, sin que se tomara ninguna medida al respecto. Daniel Celemín y Castro Franco han elaborado un informe sobre los problemas del hospital y en especial sobre el servicio de Cirugía Cardíaca que está adscrito al doctor Martínez Bordiú, quien lleva varios meses dado de baja en el centro.
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