El aeropuerto de Peinador

En el ejemplar del periódico de su digna dirección correspondiente al pasado 18 de agosto, año VII, número 1.972, se publica en la página 12 un artículo del corresponsal Emilio Garrido, de Vigo, sobre "Traslado forzoso del jefe del aeropuerto de Peinador".Como quiera que en él se dan por ciertas supuestas acusaciones coníra el cesado director del aeropuerto, se emiten juicios precipitados sobre las intenciones de la Subsecretaría de Aviación Civil e incluso se polemiza con una supuesta "amoral situación" de vacío de mando en el aeropuerto, es por lo que esta Asociación Sindical de Funcionarios del Cuerpo Especial de Oficiales de Aeropuertos, haciendo uso del derecho de réplica, solicita sea publicado el contenido de esta carta, con las puntualizaciones y rectificaciones que a continuación se detallan, en honor de una más completa y veraz información.

1. El director del aeropuerto de Peinador (Vigo), Juan Palomar, pertenece al cuerpo especial que representa esta Asociación Sindical y estaba destinado en el aeropuerto de Vigo como director por poseer el nivel profesional y administrativo correspondiente y de acuerdo con la legalidad vigente.

2. El traslado de un funcionario público en puesto de confianza o libre designación está sujeto a la consideración de sus superiores y en la mayoría de las ocasiones obedece solamente a la pura dinámica de la Administración.

3. Si Juan Pálomar, en el ejercicio de su gestión, se ha enfrentado con problemas que han podido dar lugar a enfrentamientos o actitudes autoritarias no deseables, como da por hecho el artículo, no es polémica en la cual esta Asociación Sindical pueda ni deba entrar.

Pero quisiera recordar a Emilio Garrido que el uso en un Estado democrático es suponer la culpabilidad en tanto no quede debidamente demostrada, por lo cual, emitir juicios en condiciones que dañan la imagen profesional y humana de un ciudadano es, en el mejor de los casos, de muy poco estilo.

Es posible que la gestión de Juan Palomar como director del aeropuerto de Peinador no haya sido idónea, en cuyo caso correspondería a la Subsecretaría de Aviación Civil valorar su actuación y tomar las medidas oportunas, y aun así le quedaría, como a cualquier ciudadano de un Estado de derecho, la opción de su defensa.

4. Más adelante presenta el periodista, como versión oficial del traslado de Juan Palomares, el propósito de Aviación Civil de situar ingenieros al frente de los aeropuertos comerciales. Desconocemos el origen de tal información, la cual presupondría que la Subsecretaría de Aviación Civil estaría actuando en contra de derecho y en claro nepotismo, al desconocer la existencia de otros cuerpos de funcionarios, dentro de Aviación Civil, mucho más antiguos y tan capacitados como el de Ingenieros Aeronáuticos para funciones de gestión aeroportuaria. Concretamente, nuestro colectivo tiene atribuidas por ley funciones de jefatura ole aeropuertos, cosa que no ocurre con ningún otro cuerpo de Aviación Civil. Por tanto, una política de este tipo violaría los derechos de nuestros asociados, obligándonos a emprender las acciones legales pertinentes.

5. También da el articulista como segura la designación de un ingeniero del aeropuerto de Santiago como sustituto de Juan Palomares. Tenemos que decir al respecto que la ley 92/1966, en su artículo 1, desarrollado por decreto 2.127/67, en artículo 20, establece que los funcionarios del Cuerpo Especial de Oficiales de Aeropuertos desempañarán los puestos de trabajo, entre otros: "Jefatura de los aeropuertos de tercera categoría". Y el aeropuerto de Peinador está clasificado como de tercera categoría. Por tanto, la designación como director del mismo de cualquier persona ajena al mencionado cuerpo sería ilegal.

6. Finalmente, Emilio Garrido manifiesta que: "Peinador está desde ayer (17 de agosto de 1982) sin jefe, y que esta anormal situación está siendo paliada en parte por los auxiliares del aeropuerto aunque nada les obliga a responsabilizarse de la actividad del aero-

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puerto, fuera de su turno reglamentario".

Esta Asociación Sindical quiere puntualizar que en ningún momento se produce vacío de mando en un aeropuerto, ya que, en ausencia del director, se hace cargo de las funciones y representación del mismo el oficial de aeropuertos de servicio, y en caso de ausencia prolongada o carencia real de jefatura, la responsabilidad pasa automáticamente al oficial de aeropuertos más antiguo, hasta que la superioridad designa director accidental o definitivo. Actualmente, en Peinador hay destinados dos funcionarios del cuerpo perfectamente capacitados para asumir la responsabilidad. Y así viene sucediendo desde la promulgación del primer Reglamento de Aeropuertos,en 1941.

Agradeciendo de antemano la publicación de estas puntualizaciones, quedo atentamente a su disposición./ presidente de la Asociación Sindical de Funcionarios Públicos del Cuerpo Especial de Oficiales de Aeropuertos.