El gasoducto soviético no debe enfrentar a Occidente, según Gaston Thorn

Mientras el Gobierno de Washington parece decidido a encontrar una solución negociada en el enfrentamiento con sus aliados europeos a causa del embargo sobre los materiales destinados a la construcción del gasoducto euro-siberiano, el presidente de la Comisión Europea, Gaston Thorn, señaló ayer en Bruselas que la CEE y los Estados Unidos deben. evitar toda escalada a causa de las diferencias que les separan. "La escalada", añadió, "no es lógica entre amigos y aliados. Es necesario evitar una situación que podría conducir a una guerra comercial, totalmente inoportuna, teniendo en cuenta la situación económica de Estados Unidos y de Europa".

Para el presidente de la Comisión Europea, el memorándum remitido por la CEE a los Estados Unidos el pasado 12 de agosto es "suficientemente importante" y "merece que se responda no solamente con sanciones". En este memorándum, los diez solicitaban a los Estados Unidos -apoyándose en argumentos jurídicos, políticos y económicos- que levantaran las medidas de embargo sobre los materiales destinados al gasoducto.Thom declaró, señala France Presse, que la decisión del Gobierno de París de requisar la empresa Dresser France, filial del grupo norteamericano Dresser Industries Inc., de Dallas (Texas), era "previsible", ya que constituía, de hecho, la consecuencia lógica de declaraciones precedentes, en el sentido de que serían respetados los contratos firmados con la Unión Soviética. También indicó que se estaba en contacto con Estados Unidos y que, en su opinión, Washington no "tenía prisa en hacer un gesto irreparable o poco pensado".

Mientras tanto, se sabe que los principales consejeros del presidente Reagan intentan evitar un enfrentamiento con Francia a propósito de la decisión del Gobierno Mitterrand de no respetar el embargo sobre el gasoducto euro-siberiano, según fuentes próximas al Gobierno norteamericano.

La decisión francesa de requisar Dresser France fue estudiada en una reunión que se celebró el martes en el Departamento de Estado, en la que participaron altos responsables del Gobierno de Washington, bajo la presidencia del secretario de Estado, George Shultz. La citada reunión ha estado rodeada por una discreción poco frecuente. Sin embargo, según las citadas fuentes, se habría alcanzado un consenso para intentar encontrar una solución diplomática y evitar un enfrentamiento con Francia, lo que implicaría nuevas consultas con los europeos, aunque los norteamericanos no excluyen, por otra parte, tomar sanciones contra Dresser.

A este respecto, un juez federal dejó el martes abierta la posibilidad a la toma de sanciones contra Dresser al rechazar una demanda de esta sociedad y dictaminar que ésta no presentaba pruebas de que sufriría "un daño irreparable" a consecuencia del embargo. La compañía había solicitado que se estableciera a quién debía obedecer, si al Gobiemo de Estados Unidos, que impuso el embargo, o al Gobierno francés, que obligó a Dresser France a complir sus contratos con la Unión Soviética.