El PSOE se estructura para intentar mantenerse en el poder durante un largo período de tiempo

El Partido Socialista Obrero Español se prepara para dejar de ser un grupo de oposición, articulándose con vistas a ser un partido a la europea y mantenerse mucho tiempo en el poder, según declaraciones de algunos dirigentes que preparan la Conferencia de Organización del PSOE. Esta Conferencia descentralizará el partido, posibilitará una entrada masiva de militantes -el PSOE quiere concluir la década con medio millón de afiliados- y facilitará la formación de corrientes de opinión, entre ellas una socialdemócrata.

Uno de los puntos a abordar por la Conferencia será la enumeración de los derechos y deberes de los afiliados. Aquí se incluye una agilización en los mecanismos de afiliación al PSOE, mecanismos que en la actualidad se rodean de trabas y dificultades, lo que, en la práctica, según afirmó la propia García Bloise, supone un límite para el crecimiento del partido. Fuentes oficiales socialistas afirmaron que el PSOE cuenta en la actualidad con 107.000 militantes y que, teniendo en cuenta las numerosas peticiones de afiliación recibidas, llegará a 111.000 en octubre. La meta fijada por la ejecutiva del PSOE consiste en llegar al medio millón de afiliaciones a finales de la década de los ochenta, siguiendo un modelo nórdico de consolidación del partido, a base de contar con gran número de militantes, y apartándose del ejemplo del Partido Socialista Francés, que, con poco más de 200.000 carnés, depende casi exclusivamente del aluvión de votantes. Se estudiará la posibilidad de una afiliación intermedia de grupos y colectivos como tales que acepten un programa mínimo socialista.Ayer se celebró una nueva reunión preparatoria de esta Conferencia de Organización, que debe tener lugar en octubre -si la campaña electoral no lo impide- y que, previsiblemente, revolucionará las estructuras internas del PSOE, adecuándolo a las exigencias de la nueva forma del Estado y de un partido a las puertas del poder, de acuerdo con la secretaria de organización socialista, Carmen García Bloise.

El más laborioso de los puntos, en la agenda de las reuniones preparatorias de la Conferencia, consiste en la descentralización del partido. Se institucionalizarán los contactos periódicos entre las ejecutivas de las diversas regiones españolas y la Comisión Ejecutiva nacional, de manera que ello significará, en la práctica, un mayor poder de decisión para las ejecutivas regionales.

Un segundo tema de estudio será el de las corrientes de opinión -el PSOE no quiere introducir tendencias organizadas-. A este respecto, resulta significativa la presencia, en la reunión preparatoria de ayer, de tres miembros de la corriente crítica del partido, como Luis Gómez Llorente, Pablo Castellano y Jerónimo Saavedra. La corriente crítica del PSOE, bautizada como Izquierda Socialista, no acudió al 29º congreso del partido, ya que demandaba votación proporcional para elegir a los asistentes a este acto, que, privado de oposición interna, discurrió en un ambiente de placidez.

Según declaraciones de Carmen García Bloise, la dirección del PSOE reconoce que la fórmula mayoritaria no es la más representativa, aunclue tampoco lo es la proporcional. Se trata, para García Bloise, de encontrar una fórmula nueva, "que impida el alejamiento de los militantes de los órganos de decisión". De acuerdo con fuentes tanto de la dirección del PSOE como de Izquierda Socialista, citadas por la agencia Efe, existen vías de entendimiento entre ambas posiciones.

Dentro del tema de las corrientes de opinión, podría estructurarse una nueva, al margen de Izquierda Socialista, ya delimitada de hecho. Se trataría de una corriente socialdemócrata que, de acuerdo con diferentes opiniones, podría adquirir una considerable importancia en el interior del PSOE.

El modelo francés sirve de revulsivo al PSOE en más de un aspecto concreto. "Visto lo que pasa en Francia", afirma García Bloise, "nosotros queremos garantizar la armonía entre el Gobierno de un Estado y el partido que apoya a ese Gobiemo". "Estamos en un momento idóneoneo, visto el apaciguamiento interno existente, para que el tema orgánico no constituya una preocupación para el partido". Por ello, la relación partido-instituciones -y evitar los roces entre ambos cuando el partido está gobernando- será otro de los grandes temas de la Conferencia de Organización, empeñada, según una fuente de la dirección socialista, en "no repetir los errores que, en este sentido, hemos visto en la UCD".

Otros temas que se abordarán en la Conferencia serán el de la potenciación de más mujeres a los órganos de dirección del partido, limitar el número de militantes por agrupación, reforma del funcionamiento del Comité Federal -agilizándolo- y reformas en la preparación de los congresos nacionales.