Quince pacifistas ocupan simbólicamente el aeropuerto de Gibraltar y lo declaran "zona no militarizada'

Un grupo de pacifistas, compuesto por unas quince personas, ocuparon ayer por la tarde durante quince minutos, y con carácter simbólico, el aeropuerto de Gibraltar, al que declararon "zona no militarizada". Los pacifistas formaron con sus cuerpos el signo de la paz sobre la pista de aterrizaje, antes de ser detenidos. Cuatro de ellos se encadenaron a un helicóptero de la fuerza aérea británica. Otros veinte pacifistas, miembros igualmente de la VII marcha no violenta contra la militarización, fueron detenidos por la policía española tras saltar ilegalmente la verja fronteriza.En los tres últimos días, unos cincuenta miembros de la marcha pasaron a Gibraltar, nadando y en botes, al objeto de efectuar diversas acciones pacifistas en la Roca. En la unidad de cuidados intensivos de la residencia de la Seguridad Social de La Línea de la Concepción fue internado un ciudadano alemán recogido por una patrullera española cuando estaba a punto de ahogarse tras su intento de alcanzar Gibraltar a nado.

A las seis de la tarde de ayer, veinte de estos pacifistas pasaron la verja en dirección a La Línea de la Concepción, siendo detenidos por las autoridades españolas, mientras el resto permanecía en Gibraltar dispuestos a efectuar una acción en el aeropuerto del Peñón. Los pacifistas, con estas acciones, quieren llamar la atención de la opinión pública sobre la base inglesa de Gibraltar.

Los primeros pacifistas que pasaron a Gibraltar, cuatro personas, lo hicieron el pasado sábado, como grupo de apoyo que tenía como misión ponerse en contacto con el grupo Campain for Nuclear Desarm (CND).

El pasado domingo por la mañana, veinte pacifistas atravesaron nadando los aproximadamente cien metros de agua que separan la playas de Gibraltar y La Línea, consiguiendo llegar a territorio gibraltareño, pese a las dificultades que tuvieron que superar durante su travesía a nado, obstaculizada en aguas territoriales españolas por varios botes de la Armada. Por la tarde, otro grupo, también formado por unos veinte pacifistas, logró llegar a Gibraltar a bordo de tres balsas.

Los pacifistas que emprendieron esta acción pertenecen a nueve nacionalidades distintas. Entre ellos había holandeses, alemanes, italianos, franceses, británicos, austriacos, belgas, un norteamericano y ocho españoles.

Los pacifistas de nacionalidad extranjera fueron admitidos por las autoridades gibraltareñas al presentar sus pasaportes, excepto un pequeño grupo que penetró equivocadamente en zona militar, y cuyos miembros fueron juzgados ayer por la mañana por el Tribunal de Gibraltar que los absolvió de los cargos presentados contra ellos. Los ocho españoles, en cambio, fueron devueltos a España.

El regreso a España se produjo en la mañana de ayer, cuando los pacifistas saltaron la verja, momento en que fueron detenidos por la policía y puestos en libertad dos horas después, tras habérseles iniciado un expediente por haber cruzado la frontera ilegalmente.

Entre el grupo que se ha trasladado a Gibraltar se encontraba Gonzalo Arias, conocido pacifista español que, en varias ocasiones anteriores ha protagonizado hechos similares de saltar la verja, y quien hizo gestiones ante las autoridades gibraltareñas para que dejaran libres a los pacifistas que llevaban sus pasaportes. El trato a los manifestantes fue, según estos, correcto en todo momento.

Los pacifistas participaron ayer en Gibraltar en un acto al aire libre, con teatro, pasacalles y happening, en conmemoración del lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

El grupo compuesto por unos veinte pacifistas que volvió a saltar la verja ayer tarde en dirección a España quedó a disposición de las autoridades españolas.