La inseminación artificial provoca en Suecia problemas de Paternidad y herencia

La inseminacion artificial se encuentra autorizada y se practica desde hace tiempo en Suecia. Sin embargo, ningún texto establece con precisión los deberes de los maridos convertidos en padres ante la ley.Mientras el 0,2%, aproximadamente, de los nacimientos del país (200 en 1980) se deben a este procedimiento, que puede aplicarse gracias a la existencia de una decena de bancos que se nutren de donantes seleccionados, esta laguna legislativa ha quedado de relieve por un caso que desembocó ante los tribunales hace más de un año. El asunto ha provocado la apertura de una investigación parlamentaria, cuyas conclusiones permitirán la elaboración de un proyecto de ley destinado a proteger los derechos de los niños así procreados.

El asunto comenzó hace tres años. Una pareja sin niños de un poblado de Laponia decidió recurrir a la inseminación artificial. El marido había dado en el primer momento su consentimiento. Después mantuvo que lo había retirado cuando su esposa había ingresado ya en la clínica.

Nueve meses más tarde llegaba al mundo con toda normalidad Per-Johan-Emil, perfectamente constituido. Pero su presencia, lejos de ayudar al entendimiento de la pareja, se convirtió en objeto de discordia, cada vez mas pronunciada. En la primavera de 1981, el marido presentó una demanda de divorcio acompañada de una negación de paternidad. Esta última intentaba privar al niño de toda pretensión material, en especial la herencia.

En marzo de 1982, el tribunal dé casación de Umea declaró tajantemente que Per-Johan-Emil "nació con toda evidencia de padre desconocido", lo que liberaba al esposo divorciado de cualquier obligación hacia él.

Niños desheredados

La madre llevó el caso ante el tribunal supremo de Estocolmo, que aún no se ha pronunciado. Los juristas piensan que confirmará el veredicto de Umea, porque ninguna ley impide al padre legal de un niño nacido de la inseminación reconsiderar su primer criterio y rechazar el endoso de la responsabilidad paternal por un nuevo ser que ni ha procreado ni ha adoptado. Como la decisión del tribunal supremo creara juriprudencia, puede implicar. problemas humanos y económicos. Podrían multiplicarse las negativas de paternidad en casos similares, teniendo en cuenta que sólo la mitad de las parejas que han recurrido a la inseminación se declaran más unidas y felices.

En cuanto a la comisión parlamentaria, las conclusiones de su investigación recomendarán que si una pareja desea recurrir a la inseminación artificial el marido se vea obligado a dar formalmente su acuerdo, que solo podrá ser retirado antes de la concepción. Si no lo hace así, correrá con todas las responsabilidades paternales.

Los legisladores parecen inclinarse por la posibilidad de que al niño se le haga conocer, con el paso del tiempo, la identidad de su verdadero padre biológico, a condición de que ello no implique ninguna pretensión sobre la herencia del donante, que en la mayor parte de los casos es, según se cree saber, deportista o militar.