Jorge Guillén
ha recibido una hogaza de pan candeal como regalo inicial del homenaje que las ciudades de Valladolid y Málaga le ofrecerán el próximo mes de noviembre. Cuando los alcaldes de ambas ciudades, Tomás Rodríguez Bolaños, de la primera, y Pedro Aparicio, de la andaluza, fueron a visitarle a su residencia malagueña, el anciano poeta castellano comentó que "esto me suena a homenaje póstumo, pero me hace muy feliz". Y mientras los ediles le entregaban el pan a Jorge Guillén y a su esposa Irene, les explicaron los pormenores del homenaje que ambas ciudades le ofrecerán al autor de Cántico dos meses antes de que cumpla noventa años. El escritor vallisoletano, a lo largo de la cordial conversación entablada, comentó, con humor, su admiración por dos vascos geniales, Ignacio de Loyola y Miguel de Unamuno, siendo Unamuno mucho más religioso que el primero.
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