Porta debe dimitir
Escuchando por la radio, días atrás, cómo les decía Porta a los presidentes de los clubes el sacrificio que para él significaba el tener que retractarse de su dimisión irrevocable en carta enviada a un subordinado suyo, sentí vergüenza ajena ante tamaña hipocresía. Por un momento retornaron a mi memoria los comportamientos de otros mandamases que en mis años de futbolista profesional, durante la, dictadura, con frecuencia confundían las actuaciones de la selección nacional con actos donde en el fondo, para ellos, primaba lo político sobre lo deportivo. Por lo que tengo oído y leído, si en el presente el señor Porta no hace la misma política es porque no puede, no porque en el fondo no lo desee y lo sienta. Para mí está claro que sus frecuentes alusiones a la democracia esconden sus verdaderas intenciones dictatoriales, que no son necesariamente conformes con la democracia (no la orgánica). Que defienda a un seleccionador que ha fracasado de plano no sólo en la preparación física y psicológica de los seleccionados, sino también en el planteamiento de todos y cada uno de los partidos jugados, raya ya en lo ridículo, como toda la afición mundial ha reconocido.Señor presidente de la F. E. de F., para este humilde aficionado, y seguro que para muchos miles más, su gestión al frente del fútbol profesional, en particular durante la etapa pre y durante el Mundial-82, ha sido un auténtico desastre, reflejado vergonzosamente en los terrenos de juego en cuantos partidos intervino, nuestra selección. Por ello, señor presidente, haría un gran servicio al fútbol español y sería una satisfacción para miles de aficionados, entre los que me cuento, que presentara su dimisión de tan digno cargo con carácter irrevocable, y sin los tapujos que usted utiliza, pues de los contrario, también un servidor va a pensar que no hace falta ir a Dinamarca para oler a podrido./
, ex jugador de fútbol. .
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