Medidas en la RFA para evitar la integración social de los emigrantes

El Gobierno de Bonn la elaborado una serie de medidas para favorecer la salida de los 4,6 millones de trabajadores extranjeros, incluidas sus familias, que residen actualmente en la República Federal de Alemania (RFA). Estas medidas podrían afectar a 177.000 emigrantes españoles, informaron ayer a Europa Press fuentes empresariales españolas.La primera parte del proyecto -que apunta sobre todo a evitar la integración social de estos trabajadores- prevé la posibilidad de devolver a los emigrantes el importe de sus pagos a las entidades de previsión alemanas. Un segundo paquete de medidas prevé que, a partir del día 1 de julio de 1983, los trabajadores extranjeros -y particularmente los turcos- contarán con un año para decidir el traslado a la República Federal de Alemania de sus hijos con edades comprendidas entre los seis y los dieciséis años. A partir de esa fecha, sólo podrían trasladarse los hijos menores de seis años.

Al finalizar el pasado año, los trabajadores extranjeros y sus familias alcanzaban en la RFA los 4,6 millones (un 7,5% de la población), de los que 3,5 millones procedían de países no miembros de la Comunidad Económica Europea. Los trabajadores extranjeros llegaban a 2,5 millones (un 10% de la población activa, estimada en veintiséis millones de personas), de los que el grupo turco representaba la mayoría, con 1,55 millones de emigrantes.

Tras los turcos, el segundo grupo era el yugoslavo (637.000), italiano (624.000), griego (299.300), español (177.000), africano (115.000) y portugués (109.000).

La Oficina de Trabajo de la República Federal de Alemania ha señalado que las cifras de paro se incrementaron en 50.000 personas durante el pasado mes de junio, alcanzando los 1,7 millones, cifra que representa un incremento de casi el 50% durante el último año, y que podría llegar a los tres millones a finales de 1985.