Medidas económicas de emergencia en Italia
En un Consejo de Ministros extraordinario, el Gobierno italiano aprobó ayer tarde un amplio paquete de subidas de precios e impuestos, con el fin de atajar el déficit público. Este programa de emergencia incluye también reducciones en gastos de sanidad.
El objetivo es reducir el gasto público este año en 6.800 millones de dólares los 70.000 a que amenazaba llegar. Pero surtirá efectos en años posteriores, concretamente con un ahorro de 8.000 millones de dólares (más de 800.000 millones de pesetas) en 1983.
Las medidas, aprobadas tras el estudio de la llamada ley Financiera 1983 -los Presupuestos del Estado italiano, en equivalencia española-, tendrán efecto inmediato. Aunque deben ser aprobadas por el Parlamento, cuentan con el apoyo de la coalición gubernamental, según ha anunciado el jefe del Gobierno italiano, Giovanni Spadolini.
La primera subida, en vigor desde última hora de anoche, afecta a la gasolina, que se ha convertido en la más cara de Europa y probablemente de todo el mundo desarrollado: en torno a las cien pesetas el litro de super.
También suben las tarifas eléctricas, las de gas, los trenes, los impuestos de fabricación y el del valor añadido (del 15% al 18% la tasa principal), así como los satisfechos por trabajadores autónomos. A la vez, será frenado el aumento de las pensiones, alineándolo a la inflación.
Spadolini reconoció que las medidas son severas. Pero el ministro del Tesoro, Andreatta, las definió como imprescindibles para evitar el "riesgo Polonia", el peligro de la bancarrota, según explicó.
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