Muñoz, seleccionador con contrato para dos años

Pablo Porta anunció ayer dos nuevas: que Miguel Muñoz será seleccionador nacional, con contrato fijo hasta la fase final de la Eurocopa de 1984, y que volverá a los cuadriláteros, matizando éste último punto en el sentido de que se trata de regresar al pugilismo dialéctico con todo aquel que critique su actuación. Porta anunció que no tiene talante "ni de mártir ni de víctima". Entre otras cosas expuso cierta dureza, e incluso aportó documentos, contra la actitud mostrada por el Real Madrid. En síntesis, llegó a decir que con Bernabéu todo iba mejor, y descalificó a Luis de Carlos "hasta ayer presidente". Por último, dejó entrever que los beneficios que la Federación obtendrá del Mundial serán para ayudar a los clubes que han de pagar las deudas contraídas por la remodelación de los estadios.

La elección de Miguel Muñoz como nuevo seleccionador nacional fue gestionada en menos de 24 horas. Según el relato de Pablo Porta, comenzó a realizar los contactos pertinentes en la tarde del miércoles pasado, y las culminó en la mañana de ayer, cuando se le hizo el ofrecimiento, que aceptó de inmediato, en el transcurso de una breve reunión, breve "porque a los hombres del fútbol nos hasta con la mirada", apostilló Miguel Muñoz. Pablo Porta ofreció la noticia, según sus palabras, en "primicia", lo que contrasta con las informaciones aparecidas desde hace quince días en todos los medios de información, y en las que ya se hablaba de Miguel Muñoz como uno de los principales candidatos.El nuevo seleccionador, por su parte, se mostró muy satisfecho y reconoció que la designación era un colofón en su larga trayectoria profesional. Miguel Muñoz desistió de cualquier crítica sobre la actuación de Santamaría durante el Mundial. Todas las preguntas que se hicieron en este sentido encontraron respuestas evasivas. Sólo apuntó que recibirá un informe, "que estudiaré", sobre el Mundial y que la actuación de la selección española no le había producido tristeza sino decepción. Sobre su programa de trabajo no quiso hablar, sólo esbozó datos de las ideas que piensa infundir a los seleccionados. Habló de inculcarles temperamento, "que sean conscientes de que visten la camiseta nacional", optimismo y alegría. También aludió al trabajo del seleccionador y, en este punto, discernió sobre el concepto del fútbol total. Para Muñoz fútbol total "era lo que hacía Di Stéfano". La calidad técnica de los jugadores es imprescindible para dar calidad al juego de la selección. Resumió el fútbol total como un compendio de "fuerza, resistencia, calidad y movimiento", pero aludió a la necesidad de contar con hombres de calidad.

Por último, Miguel Muñoz, quien se molestó ante la pregunta de que había sido elegido seleccionador por su carácter -"hombre no creo que me hayan elegido porque sea simpático, supongo que servirá mi historial y al que no lo conozca se lo puedo recordar"- no quiso dar nombres de sus futuros colaboradores, aunque uno de ellos podría ser Álvarez del Villar, preparador físico en la actualidad del Rayo Vallecano y profesor de la Escuela Nacional de Entrenadores. Santamaría, según Porta, renunció a su cargo tras el encuentro frente a Inglaterra por lo que se desmintió el rumor de que el ex seleccionador pudiera seguir ligado a la Federación. "Que vaya en paz y que se desintoxique", dijo Pablo Porta.

Guerra Federación-Real Madrid

El enfrentamiento surgido entre Pablo Porta y el Real Madrid, con voto de censura incluído y votado por los socios compromisarios del citado club, fue objeto de largo comentario por el presidente de la Federación, quien dijo cumplir con su promesa de cambio de actitud, formulada en el pasado Pleno. El "cambio" se interpretó, según sus palabras, como un "regreso a los cuadriláteros, para recordar mi etapa como pugilista". Con el símil boxístico, Porta dejó claro que no piensa mantener una actitud de encajador. "No tengo talante de mártir ni de víctima", añadió. Así las cosas, Porta atacó a Luis de Carlos, no al Real Madrid, con aportación de documentación que prueba los contactos mantenidos entre él y el citado club. Porta llegó a significar que "Santiago Bernabéu fue un apoyo importante para mi y la Federación que yo presido" y aludió a la etapa de Paunero como responsable de la economía de la Federación, como consecuencia de las buenas relaciones que mantuvieron.Mediante la aportación de documentación, que leía el secretario general, Agustín Domínguez, Porta intentó pasar a Luis de Carlos toda responsabilidad en la ruptura de relaciones y así salvar su actuación. Porta puso especial énfasis en demostrar sus desvelos por contar siempre con la colaboración del Real Madrid, ofreciéndole una vicepresidencia al comienzo de su gestión y tratando de crear un nuevo cargo, que no contemplaban los estatutos, para dar entrada a Ramón Mendoza como representante del club madridista. En su relato histórico, Pablo Porta llegó incluso a matizar que, para lograr la creación de una vicepresidencia más, estaba dispuesto a convocar una asamblea extraordinaria, la cual se adornaría con otras cuestiones de menor interés, dando por asegurado que el nombramiento se haría según lo convenido.

Después de dar a entender que Luis de Carlos rompió inesperadamente estas negociaciones por su enfrentamiento con Montes Cabeza, presidente del Sevilla, por unas declaraciones relativas al colegiado canario Merino González al que calificó como "árbitro de cámara del Real Madrid", hizo otra exposición de sus favores al club madridista: conseguir que el Castilla jugara la Recopa y que la final de la Copa de Europa se celebrara en el estadió Bernabéu coincidiendo con la vigésimoquinta edición de dicho torneo. Por su intención de "decir las cosas, a partir de ahora, con sus nombres y apellidos", Porta dejó a Luis de Carlos como un desagradecido ante tanto desvelo por cuidar la posición del Madrid en la Federación.

Por último, Porta negó que tuviera intención de dimitir otra vez, "por no caer en el sainete".