Los conflictos internos retrasan la solución de la crisis de UCD

La crisis de Unión de Centro Democrático (UCD) permanece atascada debido a un doble conflicto interno: el que existe, por un lado, entre las propias familias ideológicas de UCD de cara a lograr un acuerdo mínimo para remodelar el Gobierno y, por otro, ciertas desavenencias entre el presidente del partido, Landelino Lavilla, y el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, según informan fuentes del Ejecutivo.

De momento, y en contra de lo esperado, ayer no se hizo pública la nueva recomposición del secretariado centrista. Tan sólo parece tomar cuerpo la posibilidad de que Iñigo Cavero, democristiano, continúe al frente de la secretaría general del partido.Este impasse en la salida de la crisis está originando cierta crispación entre los ministros. Ayer, el vicepresidente económico, Juan Antonio García Diez, y el titular de Administración Territorial, Rafael Arias Salgado, almorzaron juntos y debatieron la posibilidad de presentar su dimisión si, definitivamente, el nuevo Gabinete no prescinde. de su ala más conservadora.

A estas alturas de la crisis, es conocido el enfrentamiento que existe entre los socialdemócratas del Gobierno y el ministro de Industria, Ignacio Bayón, aspirante a ocupar el puesto que dejaría vacante Juan Antonio García Diez, si éste confirma la "despedida" que insinuó claramente ante los miembros del Consejo Político, y cumple el deseo de marcharse a su casa, como ha manifestado reiteradamente en privado durante los últimos días.

Esta postura de García Diez, firme al finalizar las sesiones del último Consejo Político centrista, se vió frenada cuando el nuevo presidente del partido, Landelino Lavilla, le pidió que permaneciera en su puesto.

Dificultades con Calvo Sotelo

Por otro lado, fuentes solventes señalaron a este periódico que los nombres que Lavilla baraja como "ministrables" no coinciden plenamente con los deseos de Calvo Sotelo. El presidente del Gobierno, en versión ofrecida por un ministro socialdemócrata, no se muestra partidario de cambiar a Alberto Oliart (ministro de Defensa) al titular de Exteriores, José Pedro Pérez Llorca, y de los dos ministros que García Diez y Arias Salgado ponen como condición para permanecer en sus puestos: José Luis Alvarez, titular de Agricultura, e Ignacio Bayón, ministro de Industria. Ayer, García Díez despachó largamente con Calvo Sotelo, en La Moncloa, en torno a estos puntos.El deseo del sector democristiano centrista de apartar a Juan José Rosón de su cargo como ministro del Interior supondrá, se afirma, nuevos problemas internos en el partido. En cualquier caso, la remodelación del Gabinete no sería inmediata, y podría tener lugar en la segunda semana de agosto, cuando Calvo Sotelo regrese de su viaje a Latinoamérica.

Más rápida será la renovación de nombres en el secretariado centrista, que podría conocerse "en las próximas horas o en los próximos días", según una fuente de UCD. Landelino Lavilla sigue recibiendo en su despacho del Congreso de los Diputados a diversos políticos. Ayer se entrevistó con su hombre de confianza, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, a quien Lavilla, tras haber pensado en él como posible secretario general del partido, desea ahora situar en el Gobierno, tal vez, incluso, como vicepresidente político, en sustitución de Rodolfo Martín Villa.

También recibió al diputado de Coalición Democrática (CD), Antonio Carro, quien, a la salida, declaró: "Hoy por hoy, Landelino Lavilla está plenamente dedicado a resolver los asuntos del partido. La próxima semana, es muy probable que hablemos de pactos de legislatura para evitar las elecciones anticipadas".