Oscar Alzaga expresa el deseo de integrar a los liberales en una gran coalición de la derecha

Uno de los objetivos primordiales del Partido Demócrata Popular (PDP), formación democristiana dirigida por Oscar Alzaga y nucleada en torno a veinte parlamentarios fugados de UCD, es integrar una gran coalición conservadora que impida la victoria de los socialistas en las próximas elecciones generales. Formarían parte de esa coalición el propio PDP, en listas conjuntas con la Alianza Popular de Manuel Fraga, y, según deseo de Alzaga, el Partido Democráta Liberal de Antonio Garrigues Walker. El PDP celebrará su primer congreso los días 2 y 3 del próximo mes de octubre.

El nacimiento del PDP, que ayer fue presentado a los medios informativos, plantea, en principio, dos problemas importantes a UCD y a Alianza Popular. Al partido en el Gobierno porque, si bien los fugados se han comprometido por escrito, en una carta remitida a Landelino Lavilla, a apoyar al Gobierno y a UCD en cuantas votaciones parlamentarias resten de aquí al final de la legislatura, no es muy probable que apoyen los proyectos de ley progresistas" que la nueva UCD de Landelino Lavilla podría verse obligado a presentar a la Cámara para dar credibilidad a su imagen de centrismo y marcar diferencias con AP.Oscar Alzaga, a este respecto, manifestó ayer que ellos están acostumbrados a votar favorablemente proyectos de ley cuyo contenido no compartían y que, dada la práctica, "podremos seguir haciéndolo unos meses más para cumplir nuestra promesa de apoyar al Gobierno". No obstante, señaló Alzaga que habían analizado detenidamente los proyectos de ley cuya tramitación está prevista para cuando el Congreso reanude sus actividades, y el PDP ha llegado a la conclusión de que "no hay ninguno que sea importante o conflictivo". "Por lo tanto", prosiguió Alzaga, "no estamos dispuestos a asumir que en el futuro se nos acuse de desestabilizadores".

Pese a ello, en medios muy próximos al nuevo presidente plenipotenciario de UCD, Landelino Lavilla, se ha asegurado a este periódico que para dar credibilidad a la UCD de "centrocentro", en la que Lavilla cree, deberá remodelarse el Gobierno con la gente menos identificada con planteamientos derechistas, pero, añadió la fuente informante, "esto en sí mismo no basta. Habrá que demostrar cierta voluntad progresista y reformista en el Parlamento". En este punto, chocan frontalmente los intereses de UCD y la promesa del PDP.

También en Alianza Popular el nacimiento del PDP y su propósito de concurrir a elecciones en las listas de Alianza Popular independientemente de como se denomine la futura coalición- ha planteado problemas, centrados todos ellos en la lucha por los puestos a ocupar en las candidaturas provinciales. Al ya mencionado litigio entre Carro (AP) y Otero (PDP) (Véase EL PAIS de ayer) para disputarse el número uno de la provincia de Lugo, se añade la ubicación de Oscar Alzaga, presumiblemente en la lista aliancista por Madrid, lista que cuenta con numerosos aspirantes de fuera y de dentro del partido de Fraga.

Gabriel Camuñas, miembro de la ejecutiva de AP, señaló ayer a este periódico que la coalición con el PDP había provocado un profundo malestar en las organizaciones aliancistas de las provincias de Salamanca, Alicante, Castellón, Valencia y Guadalajara, y es muy probable, a medida que avanzan los días, que el conflicto se extienda a otras provincias cuyos militantes ven amenazada su presencia en las listas por el desembarco de los hombres de Alzaga.

Camuñas, otro de los múltiples aspirantes a figurar en la candidatura de la capital española, añadió que, los nombres -que han circulado para ocupar la lista de Madrid responden a las prisas de los interesados. "No puede hablarse de nada hasta que no se pronuncien los órganos electorales estatutarios, y si la candidatura finalmente quedara integrada por esos nombres -se refería a Osorio, Emilio Romero, Carro, Herrero y Alzaga-, yo preferiría no participar en ella".

"UCD desaparecerá"

Para Oscar Alzaga, esa gran coalición de la derecha o el PSOE tienen qué ser los ganadores de las próximas elecciones. Al PCE le profetiza muy negras perspectivas y a las bisagras ni las mencionó.

A UCD le auguró la desaparición, sin más. Dijo que había cumplido su papel en la transición, pero que, ya que va a cosechar un "monumental fracaso" en las elecciones próximas, "menos aún va a poder ganar las elecciones municipales, porque ya no dispondrán ni del Ministerio del Interior ni de los gobernadores civiles". "La realidad democrática europea exige una nueva configuración del mapa político, en el que UCD ya no tiene sentido", sentenció. Asimismo, calificó a la UCD de 1.977 como "una fachada de partidos sin bases, con tres locales abiertos en toda España", y como "una imagen de coalición de partidos, no una verdadera coalición basada en el respeto mutuo".

Finalmente, Oscar Alzaga, que durante su estancia en UCD criticó en privado, en numerosas ocasiones, la procedencia franquista y su colaboración con el anterior régimen de los azules y del propio Adolfo Suárez, restó ahora importancia al tema, cuando sus proyectos políticos son comunes a un partido como Alianza Popular, cuyos miembros han colaborado mayoritariamente con el franquismo, empezando por el propio Fraga. "En el PSOE", dijo, "hay muy buena gente que colaboró con el franquismo, mucha más de la que la gente se cree, y no creo que sea un buen enfoque el medir a la gente por su pasado".