Es un espectáculo lamentable.

Los palestinos, después de expulsados de sus tierras, están siendo eliminados de forma sangrienta por Israel, ante los ojos mayoritariamente impasibles de todos los Gobiernos del mundo. Ya sólo queda el último paso: reducir a cenizas y escombros la zona oeste de Beirut, donde todavía sobreviven los que no han quedado enterrados en los campos de refugiados, destrozados con tanta saña.Un genocidio bien planificado con el visto bueno implícito de poderosos países que, para aliviar su mala conciencia, tratarán de imponer a última hora alguna solución, evitando la muerte de los últimos resistentes palestinos y confinándolos en algún lugar bien controlado.

Es difícil creer que el pueblo israelí tenga tanta crueldad como la demostrada por su Ejército tan diestro en las técnicas de la guerra, o tanta intransigencia, deshumanización y arrogante superioridad de su Gobierno. No es posible que los judíos de todo el mundo hayan perdido completamente su memoria histórica y no alcancen a comprender que esta matanza indiscriminada no arreglará el problema palestino. Quedará siempre pendiente, sobrevivan o no, una cuestión de justicia y de humanidad.

Los españoles no podemos ser cómplices de este despiadado exterminio; por eso pido al Gobierno que nos representa que intervenga para evitarlo y ayudar dignamente a los palestinos. /