_
_
_
_
Gente

Gunilla Hallgren

y su compañero Goran Karlsson constituyen una pareja de jóvenes suecos que han quedado cesantes en su trabajo. La noticia seria irrelevante en un país donde el número de parados aumenta sin cesar, sino fuera por las especiales características del trabajo de ambos y porque la cesantía no obedece a un despido patronal sino a una ley del Parlamento que prohibe representaciones sexuales en vivo en clubes nocturnos y otros lugares públicos. Gunilla y Goran consumaban cada noche, en Le Chat Noir y Sexorama, dos conocidos clubes de Estocolmo, un acto sexual al que no faltaba ninguno de los ingredientes que le son propios, ante un respetable que había pagado entre cien y 150 coronas por la entrada. Entrevistados por una periodista sueca después de la prohibición gubernamental, Gunilla y Goran se mostraron bastante deprimidos por tener que interrumpir un trabajo que les gustaba y que sobre todo les dejaba mucho tiempo libre durante el día. La representación de su número era, según declara Gunilla, un auténtico acto sexual con algunos aditamentos pour la galerie, pero siempre verdadero. Dijo también que lo único que le disgustaba era la presencia de algunas señoras entre el público, que "hipócritamente" tenían expresiones desaprobatorias para ciertas escenas de la representación", informa Ricardo Moreno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_