Iván Papanin
fue el primer director de una estación experimental soviética en el Océano Glacial Artico. Esta comenzó a funcionar en 1937. Desde entonces, han sido veinticinco los laboratorios creados por la Unión Soviética en la zona para estudiar los principales procesos que influyen en el clima, determinar las leyes de la circulación de los hielos, confeccionar mapas de los campos geomagnéticos y conocer detalladamente el relieve del lecho oceánico. La última novedad en este tipo de laboratorios es una estación, que funciona desde hace un año, construida sobre un iceberg a la deriva. Desde ella estudian los soviéticos los métodos para perfeccionar los pronósticos del tiempo e investigar las vías marítimas del Artico.
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