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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Respuesta al inmovilismo de UCD

Lamento no ser catedrático, pero siento orgullo de seguir siendo "un escritor encontrado en las calles". Si fuese catedrático no aspiraría a ser político, aunque me hubiese especializado en tal materia. Es larga la perorata sobre lo que carece de arreglo.El mejor lañador de útiles caseros no podría lailar el deteriorado cacharro que hoy es UCD. Si Suárez tuvo garra para crearlo y darle vida, si los cazadores de sombras del 23-F lograron sacar del sitial al fundador, ¿cómo alguno, ni nadie, puede pretender relegar al segundo plano al padre de la criatura? Parece ser que los siete enanitos (barones del clan), recrecidos en el Edén de B. Nieves, están acentuando sus danzas y coros en halagos de las esperanzas.

Sí, don Oscar: UCD hizo un papel positivo durante la transición, y no merece gastar más tinta para hacerlo saber, pero usted lo embarra detallando y recordando la mitad del programa que faltaba por realizar. A ritmo de trágala, apartados de la concepción D., se nos ha dado por el ANE con el astrigente de los dos millones de parados, la llegada a Televisión Española de Robles Piquer, la tristeza de continuar existiendo la evasión de capitales, seguir muriendo los de la colza y, según sus palabras: "UCD es un cheque escolar, de la política a la familia o de la contención del déficit público. Y en lo que se hizo con el ingreso en la OTAN...". Habla de disidencias, y usted es leal, no disidente; por el contrario, arría trapo viejo y roto contra lo que el pueblo va a botar, ya que está botando todos los días.

"Un nuevo partido basado en el humanismo cristiano -¿cuál?- lo desea como el propugnado por los de la libre enseñanza, paters familiaes que de siglos manejaron a su antojo el rubro". Señor Alzaga, parece que no quiere oír los gritos de Ganivet y Costa, dados ante la enseñanza ramplona y en exclusiva del cristianismo que usted invoca y que sólo sirvió de panacea para los hijos de papá. Usted no busca las purezas de la sangre, no es racista: ¿pior qué menciona a Tocqueville?, ¿goza de principios propios? Caiga en la cuenta de que el cacharro está demasiado averiado.

"Recomponer los moldes democráticos", hermosa frase hecha. No existían las fibras sintéticas cuando los españoles vestíamos camisas demócratas, se hacían con telas de algodón y a lo sumo de popelín; los que vestían con tela de seda no cabían dentro de los llamados demócratas. Señor Alzaga, se entrega a la tarea de mencionar fechas recientes, metas de partida y de votación, cuando el pueblo aún sentía el trauma de los cuarenta años y nacían por generación espontánea unas hierbas democráticas cuyas raíces seguían enterradas y que las semillas¡ germinadoras salieron del silo único existente en España. Sólo ciertos entintados de rojo sabíamos o distinguíamos sobre el origen de la simiente. En tales fechas hasta Arias Navarro o Fraga lucieron llamándose populares, democráticos y mayoría natural. A muchos la D les sienta como las coronas renovadas del Valle de los Caídos.

Nuevo y siguiente titular: "Una gran coalición", y recalca: "Confío en un partido popular... porque el pueblo español desea una democracia estable". Don Oscar, resultan sus pareceres bastante carrozas, lamentando que no le va a poder entender la popular y populachera gente del pueblo, o ¿es que no se acuerda de la permanente democracia orgánica? Claro que sí se acuerda el señor catedrático de Ciencías Políticas.

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Post scriptum, último razonamiento, vade retro, tentación y mención. Pide un balón de oxígeno para continuar sin respetar la sensación sufrida por los españoles que sólo vislumbramos pálidas luces, como las producidas por los gases de san Telmo, al estar convencidos de que materialmente estamos sin Gobierno... "Debemos permanecer hasta el término", palabras suyas, "de la actual legislatura..., apoyando con nuestro voto al Gobierno de la nación". Por favor, ya no asuman nada, váyanse, les aconsejo. /

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