Keith y Kate Haigler

son un ejemplo terrible de fe: el sábado se mataron con la esperanza de resucitar mañana martes, a los tres dias y medio, según la profecía que ellos mismos habían hecho. Ciudadanos de Arkansas (Estados Unidos) los dos formaban hasta anteayer un joven matrimonio, perteneciente a la secta de un supuesto Mesías, un tal Emory Lamb. Hace dos años, Keith Haigler había declarado en una entrevista que por estas fechas él y otro correligionario serían muertos, pero resucitarían en poco más de tres dias. El sábado, él y su mujer decidieron acelerar las cosas y secuestraron un autobús con quince personas dentro. Pedían ser entrevistados por la tele, o matarían un rehén cada media hora... Dos horas de rueda de prensa en el autobús, sobre su mesías, sobre Dios, sobre el amor. Después salen ambos, se ponen de rodillas y, según France Press, tiran a los policías que les vigilan. Son heridos en los hombros. Kate dispara a su marido, a la cara, a quemarropa. Le ve morir ante las cámaras. Se suicida después. Han cumplido al menos dos deseos: morir y aparecer en la Prensa de todo el mundo.