La tendencia negativa se mantiene

Las bolsas españolas mantuvieron en las reuniones de ayer la tendencia acusadamente negativa que había venido caracterizando su comportamiento en las últimas reuniones. La falta absoluta de compradores fue el nexo común que relacionó el desarrollo de la contratación en los cuatro mercados, donde las bajas continuaban siendo realmente importantes, sin que aparecise -a pesar de la importancia de los recortes- ningún atisbo comprador que pudiera hacer pensar en una reacción técnica inmediata.

En el grupo bancario, la presencia de vendedores resultaba casi tan agobiante como en reuniones precedentes, a pesar de que los recortes, y esto no es en absoluto exclusivo de este sector, han sido bastante importantes en las últimas reuniones. Unicamente el Santander fue capaz de barrer el total de la oferta que se le presentaba en los mercados de Barcelona, Bilbao y Valencia, aceptando registrar fuertes bajas en los precios de sus acciones, mientras que en el mercado madrileño cubría un 33% de la demanda, cediendo posiciones con más moderación.

Por el volumen de los saldos vendedores, volvía a destacar Banesto que presentaba una diferencia entre compras y ventas a favor de las últimas de 176.138 títulos y perdía, en relación a su posición de papel sin operaciones del martes, siete puntos en la bolsa madrileña. Otro tanto le ocurría al Central, aunque su saldo vendedor resultaba más moderado, cifrándose a poco más de 42.000 acciones. El Popular, por su parte, aceptó perder el 290% en la Bolsa de Madrid, recortando ocho enteros y tomando el 20% de los 30.000 títulos escasos que presentaba su saldo vendedor. Dentro del conjunto de los siete grandes bancos, el único que parece tener un cierto respiro es el Vizcaya, que ayer sólo tenía 7.046 acciones como diferencia entre las ventas y las órdenes de compra.

En el grupo eléctrico, la negociación era bastante menos animada que en las semanas anteriores, y aunque se desaceleró el rápido ritmo de las bajas, lo cierto es que los cierres resultaban muy poco entonados, y en general, la demanda de títulos seguía sin aparecer.

Con todo, han sido dos valores, concretamente Dragados y Petróleos, los más castigados por una oferta que se muestra absolutamente desconfiada, y que actúa casi a saco diariamente sobre ellos, ya que no encuentra ningún tipo de freno a su acción. Los tímidos tanteos compradores que se observaban a última hora de la mañana en petróleos, en opinión de los especialistas, no revestían la suficiente consistencia como para poder pensar en que acabasen representando un freno real a la caída del precio de las acciones de esta sociedad. Por su parte, el anuncio de una ampliación de capital gratuita en la proporción de una acción nueva por cada diez antiguas en Dragados, para el próximo día 1 de julio, ha sido la causa, en opinión de los expertos, que ha desencadenado el flujo de ventas que se está observando en el valor.

De la profunda debilidad del mercado da idea el hecho de que ayer incluso Telefónica, uno de los más dúctiles valores del mercado, no pudiera marcar el cambio que aparentemente deseaban sus cuidadores en el mercado madrileño, el 70%, y que a última hora tuviese que ceder un cuarto de punto sobre esta cifra. En definitiva, la bolsa continúa moviéndose a instancias de sus propios impulsos.