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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Respuesta a las declaraciones de Nicolás Sartorius

Como marxista veterano que soy -desde 1931, y como militante del PCE desde el 22 de julio de 1936 hasta el 3 1 de diciembre de 1981, por habérseme negado la renovación del carné so pretexto de haber publicado en el período del X Congreso un libro titulado Antieurocomunismo- me permito hacer algunas reflexiones a las declaraciones que el señor Sartorius ha hecho a su diario, del que soy lector cotidiano.

1. Cualquier marxista -y los eurocomunistas todavía se definen como tales- sabe que la sociedad burguesa, como es la española, está compuesta de clases con intereses antagónicos, que en un extremo está el poder económico-político de la banca y la gran industria -nacional e internacional-, y en el lado opuesto están los obre ros y jornaleros sin tierra, y que como capas ' intermedias que sue len oscilar, según cada circunstan cia histórica, entre los dos extre mos sociales está el campesinado medio -el más numeroso-, los empleados, funcionarios, artesanos, pequeños comerciantes y la mayoría de los profesionales e in telectuales.

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2. Las ideas sociales de todas estas clases y capas sociales, en su cultura, sus hábitos, sus sentimientos y tradiciones históricas -incluidos el amor a la patria grande y a la chica-, en fin, su conciencia, se forman a lo largo de su vida material, constituyendo lo que Marx llamaba la superestructura en relación al sistema económico de producción dominante -el capitalista en el caso de España-, que a lo largo de este siglo XX -el que he conocido directamente- ha provocado dos guerras mundiales, varios centenares de guerras locales y no menor número de guerras,civiles.

Nunca dijo Marx que el camino para transformar la sociedad burguesa fuese el del cambio de sus ideas -como si una casa tuviese que empezarse por el tejado-, sino partiendo de la base, de la estructura económica, que en Espafía está caracterizada por la propiedad privada de los medios de producción.

3. Dice Sartorius que un partido comunista reducido a pequeñas dimensiones dejará de ser eurocomunista para caer en posiciones sectarias, dogmáticas, etcétera. ¿No ha pensado que si el PCE se ha hecho pequeñito es precisamente por haberse convertido en un partido eurocomunista -o socialdemócrata vergonzante-, dejando sin partido a la mayoría de los comunistas y con ello desencantados a los miles de simpatizantes obreros, campesinos pobres e intelectuales avanzados, que se sentían compenetrados con el carácter sectario, dogmático, etcétera, que coinciden con los rasgos del socialismo científico que definieron Marx, Engels y Lenin, y que hoy sirven de guía -pese a su antigüedad- no sólo a los países socialistas, sino a gran parte de los trabajadores que en todos los continentes viven en la miseria y en la opresión por parte de una minoría opulenta que hegemoniza los poderes económicos y políticos de esos desgraciados pueblos?

¿Por qué no invierte los términos el señor Sartorius y tal vez pueda comprender el alejamiento de comunistas y obreros en general de la órbita del PCE, lo que amenaza sus aspiraciones electorales, que es lo que más parece preocupa a los eurocomunistas?

4. No se preocupe tanto, señor Sartorius, por la pérdida de -votos ni por el incierto futuro de su partido. La clase obrera y las masas populares ya construirán, de acuerdo con la realidad social, su propio partido comunista sectario y dogmático. Es un procesó que lo ha hecho inevitable el eurocomunismo. /

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