El casino de El Sardinero podría rescindir el contrato con el de La Toja
El consejo de administración del Gran Casino de El Sardinero, en Santander, integrado por representantes del Ayuntamiento de Santander y de la Diputación regional, podría rescindir en breve el contrato que le une con la gerencia del casino de La Toja. Esta decisión estaría motivada por la actitud de ésta, que, según algunos miembros del consejo de administración, pretende mantener el casino cántabro en hibernación para evitar que sea competitivo con el de La Toja.
A falta de una adecuada promoción del casino de El Sardinero y del trasvase de algunos importantes clientes de éste al casino de La Teja se une, en opinión de algunos consejeros, el permanente boicoteo a cualquier iniciativa que pretenda un relanzamiento del casino de Santander. Una campaña de promoción internacional, coincidente con la celebración del Mundial de fútbol, y que tenía como base la apertura de una mesa de chemin de fer o bacarrá, se ha visto imposibilitada por la negativa de la Comisión Nacional de Juego a conceder la correspondiente licencia para la apertura de dicha mesa.
Supuestas irregularidades
El consejo de administración, que ha recurrido el acuerdo, ha considerado sorprendente esta decisión, máxime cuando el funcionamiento de una mesa de chemin de fer ya fue autorizada en un principio, si bien posteriormente dejó de funcionar por no existir una suficiente demanda. El hecho de que este juego sea uno de los autorizados por la comisión y que esté en funcionamiento en numerosos casinos españoles es considerado por los propietarios del casino cántabro como "una clara discriminación hacia éste".Fuentes oficiosas del consejo de administración no dudan en señalar que la no concesión de la licencia ha podido estar determinada por gestiones del gerente de La Toja, y también del casino de El Sardinero, Antonio Franco. Este mantiene excelentes relaciones con el ex secretario general de la Comisión de Juego, Jesús Gómez Chaparro, destituido en el cargo por supuestas irregularidades, y que actualmente desempeña el cargo de secretario del Consejo de Casinos Españoles. Precisamente el hijo de Antonio Franco, que ejercía de gerente en funciones del casino de El Sardinero, fue destituido por el consejo de administración el pasado 7 de junio. Se estima que entre las razones que han motivado la decisión se encuentra la inflación de los beneficios en los dos últimos ejercicios, al no incluir el capítulo de amortizaciones, lo que habría supuesto un beneficio añadido a los administradores del casino, el grupo de La Toja, al establecer el contrato, además de un fijo mensual de 500.000 pesetas, la participación en los beneficios.
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