Descubierto en Madrid un almacen clandestino donde se adulteraba aceite
Inspectores de policía de la comisaría madrileña de La Latina detuvieron el pasado miércoles al propietario y a uno de los empleados de un almacén clandestino, ubicado en el barrio de Usera, donde se adulteraba y envasaba aceite destinado al consumo humano, según informó ayer la Jefatutra Superior de Policía. Los detenidos utilizaban etiquetas de marcas de aceite conocidas, cuya procedencia está investigando la Policía por si existieran algunas responsabilidades de otras personas. El aceite adulterado está siendo analizado por la Delegación del Ministerio de Sanidad, aunque parece que no era tóxico.
Los detenidos son el propietario de la industria y supuesto autor del fraude, Mariano Alvarez Ugarte, de Cuarenta años de edad y natural de la localidad de Cercedilla, en la provincia de Madrid, y uno de sus empleados quien, según parece, colaboraba con el anterior y ha sido identificado como Avelino de Lago García, de también cuarenta años de edad y nacido en Madrid.Los funcionarios de la Policía hallaron en el referido almacén, que se encuentra situado en el número 64 de la calle de Marino Vela, en el madrileño barrio de Usera, gran cantidad de envases vacíos de uno y, cinco litros de capacidad, etiquetas para ser colocadas en los mismos -algunas de ellas de marcas, conocidas-, maquinaria para el. envasado y diversos aceites y grasas animales cuyo análisis está siendo realizado actualmente por funcionarios del Ministerio de Sanidad.
Según se desprende de las investigaciones policiales realizadas hasta el momento, Mariano Alvarez efectuaba las mezclas en bidones de los utilizados en las refine rías para el transporte de aceites industriales. La proporción de la mezcla era, aproximadamente, de un 50% de aceite de oliva y el resto, a partes iguales, de aceites de girasol, semillas, soja y grasas. El producto resultante era envasado y etiquetado en los recipientes de plástico antes aludido.
Mariano Alvarez posee una tienda de comestibles en la calle Isabelita Usera, número 85, lugar donde vendía el aceite, aunque la mayor parte de] producto fue distribuido en restaurantes, colegios y establecimientos públicos.
La pista que condujo a la Policía a descubrir este almacén clandestino y las actividades ilegales de su propietario partió del robo de 6.000 litros de leche. Mariano Alvarez había adquirido este género robado a 40 pesetas el litro de leche y lo vendió a industriales a 45 pesetas litro, cuando el precio de fábrica es de 49 pesetas litro.
Diversos vecinos del barrio manifestaron ayer su preocupación e indignación por la adulteración del aceite, ya que "no entendemos cómo este hombre, que lleva más de seis años en la zona, ha podido adulterar el aceite después de lo que ha pasado con el de colza". Los vecinos entienden que el empleado es un hombre normal, casado y con dos hijos, del que no creen que pueda estar implicado.
Por otra parte, una vecina tuvo que ser atendida clínicamente de una intoxicación reciente, por lo que el temor a las consecuencias del aceite ha crecido considerablemente entre los vecinos de la zona que coinciden en su preocupación sobre lo que "tenemos que hacer con el aceite que hemos comprado en esta tienda. Queremos saber dónde hay que llevarlo para que lo analicen", concluyeron.
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