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Confirmado el ascenso socialista y la caída de la DC en Italia

En Italia se acaba de votar en 180 ayuntamientos en unas elecciones administrativas. Como siempre, en este país, un millón de ciudadanos. que votan repartidos en toda la península representan una prueba a la que están muy atentas todas las fuerzas políticas. Lo ha sido también esta vez, sobre todo porque no se excluye que pueda haber elecciones anticipadas en octubre.

Los resultados han confirmado una tendencia que se va perfilando cada vez más en todas las últimas elecciones: una pérdida sensible de la fórmula del compromiso histórico, y un aumento del bloque llamado latco-socialista. Concretamente se van desangrando la Democracia Cristiana y el partido comunista, y van creciendo el partido socialista, el partido republicano, el socialdemócrata y hasta el pequeño partido liberal. Los neofascistas de Giorgio Almirante se mantienen siempre estacionados.En estas elecciones el resultado más vistoso ha sido el del partido socialista, que con el llamado efecto Craxi, es decir, por el empuje del secretario del partido, el activísimo milanés Bettino Craxi, en una ciudad como Trieste ha doblado sus votos, pasando del 3,9% al 8%. En total, el partido socialista en estas elecciones ha pasado del 9,9% de la vez anterior al 13,7%, con un aumento de 42 escaños. Al contrario, la Democracia Cristiana ha perdido veinticuatro escaños, pasando del 35,5% al 32,8%. También el partido comunista ha perdido veintiún escaños, pasando del 23,8% al 22%.

Otra subida importante ha sido la de los socialdemócratas, que han ganado veinte escaños. Los republicanos, que eran un partido minoritario muy estable, han aumentado esta vez por la popularidad del presidente del Gobierno, Giovanni Spadolini, que es el secretario del partido republicano. Del 2,9% ha pasado al 4,2% y ha ganado nueve escaños. Mientras, el partido liberal, que la vez pasada había obtenido sólo el 0,6%, esta vez ha llegado al 1,6%, aumentando seis escaños.

Como siempre, en Italia, leyendo los comentarios de los líderes de los diversos partidos, todos se han mostrado satisfechos. Y es que existe la costumbre de buscar cada vez, para salvarse, algún elemento positivo.

Casi humorístico ha sido el caso de la Democracia Cristiana, el partido más derrotado. Sus líderes han afirmado que el voto "premia al actual Gobierno", y como en el Gobierno están también ellos, todos tan contentos aunque hayan perdido. Y ahora existe aún mayor miedo para los dos grandes partidos ante posibles nuevas elecciones anticipadas, que no disgustarían, sin embargo, a los socialistas.

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