Jornaleros andaluces abandonan Marcilla después de un enfrentamiento con los vecinos
Más de cien jornaleros andaluces de las provincias de Sevilla y Jaén, principalmente, que se encontraban en la localidad navarra de Marcilla trabajando en las faenas de la recolección de espárragos han abandonado las labores regresando a Andalucía, a raíz de los violentos enfrentamientos que se produjeron en la madrugada del pasado domingo, entre jóvenes navarros y jornaleros por causas no del todo esclarecidas.
Los incidentes que han dado lugar a la marcha de estos jornaleros ocurrieron hacia las dos de la madrugada del pasado domingo en Marcilla, población de la Ribera navarra que cuenta con unos 2.500 habitantes, cuando se produjeron enfrentamientos verbales y físicos entre jóvenes de la localidad y trabajadores temporeros andaluces. A consecuencia de estos enfrentamientos, al menos una persona tuvo que ser trasladada al hospital provincial de Pamplona, donde fue asistida de diversas contusiones. La intervención de efectivos de la Guardia Civil evitó que estos incidentes continuasen.En la reyerta, en la que según confirmaron a EL PAIS testigos presenciales, se esgrimieron navajas, cuchillos, hoces y hasta alguna azada, que no se llegaron a utilizar, participaron unas 150 personas de ambos bandos, en su mayoría jóvenes. Los incidentes se originaron, según comentarios recogidos entre los propios vecinos de Marcilla, con motivo de varios actos protagonizados días atrás por algunos de estos jornaleros, quienes, al parecer, se bañaron desnudos en la piscina municipal y "posteriormente se echaron encima de un coche e insultaron al conductor del mismo", según dijo a EL PAIS el concejal del Ayuntamiento de Marcilla, Félix Ayensa. "Algunos de estos jóvenes", prosiguió el citado concejal, "parece ser que intentaron entrar sin pagar en la discoteca del pueblo durante la madrugada del domingo, lo que no les fue permitido. A raíz de eso fue cuando comenzaron los enfrentarnientos".
No opinan así lo jornaleros andaluces que aún quedan en Marcilla recolectando espárragos -"a noventa pesetas el kilo, mientras se vende por ahí a más de doscientas pesetas", según dijeron- y que señalan ser objeto de discriminación y desprecio por parte de algunos de los jóvenes de Marcilla. "En otras ocasiones hemos tenido algún problema, lo de siempre en un pueblo con gente que viene de fuera y está en una discoteca. Estos jornaleros dijeron también que no sólo habían ocurrido incidentes de este tipo en Marcilla, sino que por lo que sabían, algo parecido había sucedido en otras zonas de la Ribera navarra, como Azagra y San Adrián.
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