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Cerámicas Puig.

Unas veinte esposas de los trabajadores encerrados en Cerámicas Puig decidieron ayer ocupar los locales de la compañía en Madrid hasta que la dirección de la empresa les entregue un anticipo a cuenta de los despidos. A última hora de la tarde, la dirección amenazó con recurrir a las Fuerzas de Orden Público para desalojar a las esposas de los trabajadores. Estos, por su parte, no cuentan con un convenio desde 1979 y la empresa lleva dos años sin cotizar a la Seguridad Social, según fuentes laborales. Cerámicas Puig recibirá trescientos millones de pesetas de la Administración en concepto de expropiación e indemnización por el traslado de la fábrica.

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