Japón no prevé más medidas para liberalizar las importaciones

El primer ministro japonés, Zenko Suzuki, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yoshio, Sakuaruchi, han declarado hoy que el Gobierno no piensa, por el momento, adoptar nuevas medidas para liberalizar el mercado japonés. El Gabinete económico aprobó ayer formalmente un segundo paquete de medidas destinadas a facilitar las importaciones, reduciendo drásticamente las tarifas aduaneras de 215 artículos que incluyen por primera vez diecisiete productos agrícolas.

Estas medidas, anunciadas ayer, tienen como objetivo fundamental, frenar las duras críticas de Estados Unidos y de los países de la Comunidad Económica Europea que sufren agudos déficit comerciales con este país, informa Efe. Hasta el momento, las reacciones conocidas en Tokio han sido moderadamente positivas y la Prensa destaca que en Europa las medidas han sido consideradas como un "serio esfuerzo" japonés, y en Estados Unidos, como "un paso importante" para promover el comercio mundial.Esto se refiere a los países afectados positivamente, porque habrá muchos países del Tercer Mundo que se verán seriamente perjudicados. Estos -entre los que se incluyen los vecinos a Japón, pertenecientes a la Asociación de Países del Sureste Asiático (Asean)- perderán las ventajas que tenían para exportar productos a Japón, pues si hasta ahora se beneficiaban de tarifas cero, a partir del próximo abril, mes en que entrarán en vigor las medidas, estarán en las mismas condiciones que Estados Unidos y la CEE, con los que no podrán competir.

El Gobierno japonés es consciente, por otra parte, de que el "paquete aperturista" no resolverá definitivamente las fricciones comerciales y en este sentido, en una declaración que acompaña a la relación de medidas adoptadas, se dice que "los tipos de interés en Estados Unidos tienen que bajar", a la vez que "Japón debe estimular su demanda interna" como medios, entre otros, para revitalizar la economía mundial.

Igualmente, el cese de las presiones de Estados Unidos sobre Japón para que abra más su mercado a los productos agrícolas, tras el acuerdo logrado la semana pasada, es sólo temporal, quedando pendientes problemas muy graves en este terreno.

Si a esto añadimos que algunos sectores empresariales japoneses, como los relacionados con la fabricación de equipos de comunicación y computadores, han mostrado su total desacuerdo con las medidas, llegamos a la conclusión de que sólo existe una tregua en la guerra comercial.

Desde esta perspectiva hay que analizar las declaraciones del primer ministro y del ministro de Asuntos Exteriores de que Japón no piensa adoptar nuevas medidas para favorecer las importaciones. El primer ministro ha dicho que Japón había hecho "todo lo posible" y que "no tenía ninguna carta falsa en la mano", insistiendo en que "el mercado japonés, no está menos abierto que el del resto de los países occidentales, en términos legales", señalando además que "la acción de gobierno entra en el proceso de contribuir al mantenimiento del sistema de libre mercado".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ha declarado que las medidas constituían "el máximo esfuerzo" del Gobierno japonés, que desea que "sean plenamente satisfactorias para los países extranjeros".

Los observadores destacan en las palabras del primer ministro, la referencia a los "términos legales" para aludir a la similitud del mercado japonés con el del resto de los países occidentales, y señalan que, al margen de la "legalidad", existen multitud de barreras que impiden la penetración de los productos extranjeros.